Benjamín Pat/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Un total de 310 indígenas se encuentran recluidos en cárceles de Chetumal, Cancún, Playa del Carmen y Felipe Carrillo Puerto, lo que representa un 10% de la población carcelaria, estimada en tres mil personas.

De acuerdo con el Censo de Población Indígena Privada de su Libertad, la mayoría son de origen maya, seguido en menor medida por tzotzil, tzeltal, chol, zoque, zapoteco, tojolabal, chontal, mam, q’anjob’al y chuj.

De los 310 indígenas, 110 están recluidos en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chetumal; otros 100, en la cárcel de Cancún; 56, en la cárcel de Playa del Carmen, y 44 más, en el reclusorio de Felipe Carrillo Puerto.

Los delitos que enfrentan van desde robos y lesiones, así como también responsabilidades familias, y en menor medida, crímenes del fuero federal.

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Para la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), responsable de este censo, del total de la población carcelaria indígena, sólo alrededor del 30% son candidatos a programas de liberaciones anticipadas.

“Estos programas establecen requisitos muy específicos en cuanto a los tipos de delitos y al historial delictivo,” señaló Víctor Sánchez, delegado de la CDI en la entidad. “Básicamente, sólo se apoya a quienes delinquen por primera vez”.

Por su parte, el Poder Judicial de Quintana Roo señala que existen mecanismos de apoyo para población indígena; sin embargo, se han encontrado con problemas de identidad; es decir, muchos reos niegan tener un origen étnico, a pesar de que sus dos apellidos deriven de alguna lengua indígena.

En lo que va del año, la CDI ha concretado la liberación de 20 reos, a través del pago de la fianza o multa correspondiente.