Sara Cauich/ SIPSE
TULUM, Q. Roo.- ''Hemos vivido toda la vida en casita de muñecas y las viviendas casi tocan el cielo, se ha tenido que crecer hacia arriba por la falta de espacio desde hace casi 30 años'', apunta una de las jóvenes que forman parte de una nueva oleada de invasión de predios del Ipae, que tiene lugar ahora en Chemuyil.

Describe que por lo pequeño de las viviendas, “ni siquiera hay calles y el paso de servidumbre es motivo de conflicto entre vecinos del fraccionamiento denominado Ciudad Chemuyil, creado hace casi tres décadas”.

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Hay viviendas de tres niveles solo porque no se puede crecer mas alto y algunas estuvieron a punto de colapsar por la fragilidad del suelo donde se construyeron. Las familias han ampliado esas viviendas para atender sus necesidades.

En esta nueva invasión de predios, se repite la misma escena: cuerdas, cintas o cualquier cosa que sirva para delimitar la superficie de suelo de la que se pretenden apropiar; desmonte de la superficie, quema de maleza, hamacas para tomarse un descanso, improvisados techos con cualquier tipo de material.

Y hasta ahora, no hay ninguna autoridad que pueda atender esta demanda de espacio para una vivienda, lamenta Nelvy Torres.

Otra de las ocupantes de predios que omite su nombre, señala que desde hace siete años inició como muchos otros, con la solicitud para predios o vivienda ante el Infovir. Cuenta con un tarjetón desde entonces. Sin embargo, con la desaparición de esa dependencia se fue toda esperanza de una propiedad.

Predios de Akumal

“Cuando se entregaron los predios de Akumal nos excluyeron porque no somos de ahí”, y ante la situación que se vive en Tulum, donde no se ha logrado sacar a nadie de los predios, decidieron ocupar la extensa superficie que se encuentra alrededor de Chemuyil y que hasta ahora está rodeada de propiedades particulares de empresas desarrolladoras de viviendas de lujo.

Cerca se encuentran condominios para empleados del complejo hotelero, el consorcio español Bahía Príncipe, y decenas de viviendas de lujo, en tanto los pobladores y casi todos empleados de la industria hotelera viven en reducidos espacios, apunta.