"¿Qué le pone a sus hot dogs? Tienen un saborcito…"

Un par de jóvenes emprendedores se instala a las afueras de su hogar, en la colonia Miraflores, y venden “jocho-burgers”.

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Un grupo de emprendedores se dedican a la venta de los “jocho-burgers”. (Harold Alcocer/SIPSE)
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Ernesto Neveu/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La autoridad municipal tiene el registro de 124 vendedores de “hot-dogs” en la capital del estado, pero en las calles pudiera haber cualquier cantidad de carritos habilitados para esta actividad con sus vendedores -propietarios o encargados-, desde los que han aguantado viento y marea más de 30 años, hasta los que duran en el negocio apenas unos días. 

La Dirección de Fiscalización, Reglamento y Horarios cuentan con 953 vendedores semifijos, clasificación en la que caen los llamados “perreros”.

Los “perros calientes” o “jochos”

Como popularmente le conocen aquí a esta variedad de antojito importado de los Estados Unidos, pan alargado con una salchicha en el medio, son la opción nocturna más socorrida entre la población, que ha hecho de algunos de los vendedores auténticos personajes.

En Chetumal, los “jochos” tienen un sabor diferente y muchos afirman que pudieran comerlos diariamente sin perder el gusto por ellos.

“La gente que viene de fuera lo comenta. Aquí llegan de Veracruz, de Puebla, de Yucatán o del norte, y siempre preguntan ¿qué le pone a sus hot dogs? Tienen un saborcito… Son diferentes, seguro. Cada quien tiene su toque, pero la manera de prepararlos es de aquí, de Chetumal”, platica “Lucas”.

“Quizás sea la manera en que preparamos las salchichas y el tipo de pan o la mayonesa, que igualmente lleva su secreto”, comenta Francisco Javier Basto, “Lucas”, con 12 años en el negocio.

El hecho es que estos “perros calientes” tienen ese “algo” que los hace diferentes y que llevan el nombre de Chetumal más allá de sus fronteras, donde también se preparan, pero no saben igual.

¿Qué es un “jocho-burgers”?

Y es cierto: un par de jóvenes emprendedores se instala a las afueras de su hogar, en la colonia Miraflores, y venden “jocho-burgers”, que es el mismo pan alargado, pero en lugar de salchicha le ponen carne de hamburguesa y, además de mostaza, mayonesa y cátsup, ofrecen varios aderezos e ingredientes para combinar. Mientras un hot-dog especial cuesta 14 pesos, un “jocho-burger” vale 40 pesos.

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