Abigail Becerra/SIPSE
CANCÚN, Q.Roo.- Muchos propietarios de viviendas poco se preocupan de asegurar lo que ahora sí es suyo, ya que invertir dinero en un seguro para casa habitación es casi como desechar el dinero a fondo perdido, desconocen que pueden proteger no sólo la estructura de sus viviendas sino también el contenido.

En México existen poco más de 28 millones de viviendas habitadas y el 2%, es decir, 572 mil 151 casas cuentan con un seguro contra robos, incendios o fenómenos naturales como los sísmicos e hidrometeorológicos, donde Quintana Roo obtiene año tras año el 50% de las viviendas aseguradas a nivel nacional, dijo Brenda Dinorah Hernández Arizpe, presidenta de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas de Cancún (Amasfac).

Para Alfonso Duarte Gómez, administrativo de una cadena hotelera tener un seguro de vivienda hoy en día es una garantía indiscutible para conservar su patrimonio fuera de peligro, ya que después de la catástrofe que vivió tras el paso del huracán Wilma, por un momento vio como el esfuerzo materializado por más de 10 años de trabajo, fue casi arrasado por un fenómeno natural que no estuvo en sus manos prevenir, tal como pasa con un incendio o un robo.

“Fueron días de angustia de saber que mi casa fue dañada por el aire y por todos los objetos que se estrellaron por varios minutos en las paredes de mi casa”, compartió.

No sólo fueron daños estructurales y de la fachada de su vivienda, sino que tuvo perdida total enseres domésticos, como muchas personas en Cancún en ese tiempo. La inversión de restauración y habilitación de su casa para hacerla mínimamente habitable, le costó poco mas de la mitad de lo que le costó comprarla, situación que le generó un endeudamiento con los bancos que en la actualidad continúa pagando.

Desde aquella experiencia cada año desde hace siete, paga a su aseguradora por la pérdida total de su patrimonio en caso de huracán, así como de robo e incendio, aunque hasta el momento no ha hecho uso de sus ventajas, pero puede dejar su vivienda todos los días por las mañanas antes de irse a trabajar sin ninguna preocupación.

Brenda Dinorah Hernández Arizpe expuso que la esencia del seguro es resguardar el patrimonio de las personas contra robos, incendios, explosiones, caídas de árboles, rayos, huracanes y hasta cubrir daños a terceros, es todo lo que puede cubrir una póliza de casa habitación.

Beneficios de estar asegurado

Los beneficios del seguro de casa habitación es que puede ser “un traje hecho a la medida de las personas”, conforme a sus ingresos o capacidad monetaria, sin ser exclusivo de personas adineradas, abundó.
Sin embargo, las aseguradoras rigen la cantidad a asegurar por la zona geográfica dónde se ubica la vivienda, para tomar en cuenta qué riesgos están latentes y poder ajustarlo a un valor real.

“El pago del seguro nunca será mayor al dinero que las personas tendrán que desembolsar a la hora de tener un siniestro”, explicó.

La presidenta de Amasfac aseguró que el peor panorama será pagar un deducible por los daños hechos, pero nunca las personas absorberán la pérdida completa.

Dijo que aunque en México existe una cultura de aseguramiento, pero mayormente dirigido para autos, gastos médicos mayores, incluso para seguros de vida, dejan para después o nunca el seguro de casa habitación, sin embargo, Quintana Roo en los últimos años, dónde los fenómenos hidrometeorológicos han amenazado la pérdida de patrimonio de muchas personas han incluido esta última categoría, posesionándose como el primer estado a nivel nacional en adquirir seguro para viviendas.

Para muchas personas han adoptado la idea que invertir en un seguro, el que fuese, es un ahorro y no un gasto, por eso aquellas persona que se animen a asegurad su vivienda pueden acudir a Amasfac por asesoría para canalizarlo con un agente especializado.

Antes de contratar un seguro es necesario: Verificar que la información de la póliza sea correcta u esté vigente; Cubrir los riesgos que sean necesarios basándose en la zona donde habita; Documentar pertenencias; Declarar la verdad e informar la situación real de la vivienda; Resguardar documentos importantes y sacar varias copias.