Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El Ra-223 es un tratamiento de la medicina nuclear que traerá esperanza a pacientes que han presentado metástasis ósea, mediante emisión de partículas alfa, capaces de destruir las células cancerígenas.

Enrique Estrada, jefe del Departamento de Medicina Nuclear del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), dijo que el 90% de los pacientes con cáncer de próstata desarrollan metástasis ósea en vértebras y pelvis, causándoles fuertes dolores y reduciendo la calidad de vida.

Hombres se desinteresan por su salud

Beatriz García Robles, oncólogo radioterapeuta de adultos y niños, y directora del Oncology Center en Cancún, lamentó el desinterés de los hombres por su salud, pues la mayoría no considera necesario realizarse un estudio preventivo de antígeno prostático, cuando deberían apostar por la medicina preventiva más que por la curativa.

Este prometedor tratamiento se administra sólo en seis centros hospitalarios a nivel nacional, uno de ellos en el Incan. En Cancún, el Hospital Galenia comenzará a realizar gestiones para traerlo a la población.

Ataca directo a las células tumorales 

En el marco del XI Congreso de la Federación Mundial de Medicina Nuclear y Biología, los especialistas comentaron que la Agencia Americana de Medicamentos (FDA) recomienda una aplicación de seis dosis, aunque algunos someten al paciente a ocho. Comentaron que el procedimiento no es invasivo, se aplica de manera intravenosa y va directamente a las células tumorales para destruirlas. El paciente no necesita hospitalización y al paso de los años, en caso de que el cáncer regrese no hay ninguna contraindicación para no volverlo a aplicar.

Mayra Galindo, presidenta de la Asociación Mexicana de Lucha Contra el Cáncer (Amlcc), recomendó unir esfuerzos para brindar más información a los varones respecto al cáncer de próstata.

El 60% de los casos, son detectados en etapa avanzada 

En las estadísticas sobre el cáncer de próstata, el 60% de los 14 mil casos detectados al año en México, recibe el diagnóstico cuando la enfermedad está en etapas avanzadas; el 85% de estos desarrollarán metástasis ósea.

Antes de este novedoso tratamiento, un paciente que ya presentaba la invasión de las células cancerígenas en sus huesos, tenían opciones limitadas para su tratamiento, que era bajo el procedimiento de detener las hormonas de testosterona, para que no siguiera desarrollándose la enfermedad, pero en ocasiones no era suficiente pues sólo reducían sus malestares.