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La vivienda que rafaguearon se encuentra en la colonia La Jungla. (Eric Galindo/SIPSE)
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Eric Galindo/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Las ráfagas de metralleta volvieron a sonar y la violencia se desató la madrugada de ayer. Sujetos con armas largas y cortas llegaron a bordo de una camioneta Ford, Lobo, blanca, y rafaguearon una palapa de la colonia La Jungla, que se ubica frente a la Región 103, donde presuntamente es un punto de venta de droga. Un joven y un menor de 11 años resultaron con impactos de bala, permanecen graves en diferentes hospitales de la ciudad.

El primer respondiente fueron elementos de la unidad 5523 de Seguridad Pública, después de acordonar el área, entregó la escena de los hechos a elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE).

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En las primeras indagatorias, entrevistaron a José N, de 29 años, quien señaló que pasaban de la una de la madrugada cuando observó la llegada de una camioneta Ford, Lobo, blanca, sin que lograra ver las placas, de la cual descendieron dos sujetos encapuchados.

Uno de ellos cargaba un fusil y el otro un arma corta, ingresaron al domicilio de Melchor N, de 18 años, que se ubica sobre una de las calles principales del asentamiento irregular La Jungla.

El joven, de oficio checador de una empresa de transporte, logró salir corriendo del domicilio, fue en ese momento que empezaron a disparar contra la fachada de la palapa y contra el muchacho.

Una de las balas lesionó al joven en el tórax, fue trasladado al hospital de IMSS de la Región 510, por paramédicos de la QR-06 de la Cruz Roja.

Señora resultó ilesa

En la vivienda también se encontraba la señora Juana N, mamá del joven de 18 años, quien resultó ilesa; también estaba el menor Cristian N, de 11 años, quien dormía junto con su mamá Mariana N.

El niño también resultó lesionado, fue trasladado a bordo de un taxi a la clínica del IMSS de la Región 94, pero como no contaba con seguro, el personal de este lugar no lo aceptó y lo llevaron al Hospital General.

El personal de la Fiscalía inspeccionó el lugar, en donde levantó nueve casquillos percutidos calibre .223, que utilizan fusiles AR-15. Hasta la tarde de ayer las autoridades judiciales señalaron que los dos lesionados continuaban graves y no había podido recabar su declaración.

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