Claudia Olavarría/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El 21 de octubre del 2005, el huracán “Wilma” entró a Cancún con categoría cuatro y vientos de más de 250 kilómetros por hora; un frente frío en la costa de Estados Unidos impedía su avance, por lo que se estacionó 63 horas y causó destrozos en la zona de playas. En las primeras horas del 23, el potente meteoro abandonó la Península de Yucatán, para internarse al Golfo de México.

“Wilma” cobró vida el 15 de octubre en las aguas del Atlántico; mantuvo su paso destructor hasta el 25 de ese mes, afectando a Centroamérica, a países del Caribe y la costa sur de Estados Unidos. A nueve años del huracán, Cancún continúa siendo líder en México y Latinoamérica en materia turística. Las 63 horas que se estacionó en la zona dejaron ver lo fuerte de las estructuras de los hoteles del destino, pero lo débil de sus fachadas.

Guillermo Morales López, responsable de Protección Civil en la zona  norte de Quintana Roo, indicó que cada fenómeno deja una lección, y en el 2005 se aprendió a tener provisiones para 120 horas y no para 36. Laura Fernández Piña, titular de la Secretaría de Turismo en Quintana Roo (Sedetur), dijo que a casi una década del impacto de “Wilma”, se tiene una infraestructura renovada y un Cancún vigente y a la vanguardia como destino turístico.

El mensaje al mundo

Carlos Trueba Coll, director general del Aeropuerto Internacional de Cancún  (AIC), dijo que Aeropuertos del Sureste (Asur) envió un mensaje al mundo de que el destino está de pie con la construcción de la segunda pista, la torre de control de 97 metros.