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El alcohol es un factor causal de 60 tipos de enfermedades y lesiones. (Contexto/Internet)
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Rubi Velázquez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Considerarse bebedor social no implica que no existe un problema de alcoholismo, ya que siempre es diferente la percepción que cada persona tiene de sí mismo, a la que perciben los demás.

La mayoría de las personas afirman encontrarse dentro del grupo social, sin embrago la división entre cada uno de los tres tipos de bebedores es muy delgada y no se está exento de tener un problema con la bebida, ya que el alcoholismo es una enfermedad progresiva y mortal, señalaron integrantes de la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos (AA), asociación civil en la zona norte de Quintana Roo.

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Existen tres tipos de bebedores: social, fuerte o problema, pero en cada uno de los casos se trata de la misma enfermedad y únicamente cada individuo puede decidir ponerle un alto a su problema de beber y buscar ayuda para controlar la enfermedad.

Clasificación

El bebedor social es aquel que puede detenerse, pero la definición no involucra el hecho de que tome una vez al día, a la semana o al mes y sin importar la ocasión, por lo que a pesar de que puede detenerse, también es cierto que la frecuencia con la que tome puede llevarlo en algunas ocasiones a incursionar actitudes de otro tipo de bebedor.

Por su parte el bebedor fuerte es el que no toma hasta embriagarse pero una vez en ese estado puede decir parar y hacerlo, sin embargo la sensación de tomar hasta sentirse borracho le “agrada tanto” que vuelve a hacerlo o repite la acción frecuentemente.

En el tercer rubro se encuentra el bebedor problema, que es aquel que siente confianza al beber y constantemente pierde el control, indicó un miembro anónimo de la agrupación.

De igual forma este tipo de bebedor bebe cuando no planeaba hacerlo y trata de justificar sus acciones para no mostrar que tiene un problema con la bebida, justificaciones que él mismo cree.

Decepción familiar 

En este punto es el que “más se decepciona a la familia”, en donde los enfermos pueden perderlo todo y el que comienzan los períodos de “lagunas mentales”: (fragmentos de lo vivido sin recordar).

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