Adrián Barreto/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- A finales de la pasada administración, se inició un programa de alumbrado público para la colonia Forjadores que, dividido en tres fases, alcanzó una inversión de 10 millones de pesos, pero las lámparas que aún están ahí fallan y algunas otras fueron bajadas porque rentadas, y eso se repite, con otro monto de inversión en la colonia Ejidal Sur, sin que hasta ahora se haga efectiva una respuesta a la ciudadanía.

“Ni dos meses duraron, las lámparas comenzaron a fallar casi apenas que se habían puesto, y luego otras las quitaron”, dijo Amparo Leal, vecina de la colonia Ejidal. En redes sociales ha habido quejas y denuncias, por lo que calificaron como una simulación de parte de las autoridades para otorgar servicios públicos de calidad.

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Según Cristina Torres Gómez, presidenta municipal, cerca de 70 lámparas que se instalaron - según las fichas técnicas forman parte del Programa de Infraestructura de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu)- eran rentadas y por eso la empresa proveedora Nautilos, las quitó.

Además hay otras 300 lámparas localizadas especialmente en Forjadores y Ejidal Sur que prenden intermitentemente, una falla cuyo origen ya se tiene detectada, según la versión oficial. 

“El dictamen sobre las lámparas que reemplazaron, nos indican que las empresas señalaron que hay zonas que no tenían las condiciones: que la instalación eléctrica estaba sulfatada y les faltaba mantenimiento, y eso le corresponde al Ayuntamiento, y por ello advirtieron que las lámparas se iban a estar apagando y prendiendo porque con ellos se había contratado únicamente el reemplazo, no así el mantenimiento de la línea”, agregó Cristina Torres.

Otro gasto 

Según la alcaldesa, esos trabajos que se hicieron con fondos de Sadatu, fueron realizados por una empresa principal, que a su vez subcontrató a otras tres, y cuatro meses después de iniciada la administración apenas “estamos revisando esos dictámenes para checar las lámparas y determinar si se aplica la fianza que ellos debieron entregar o en su caso fincar responsabilidad por no terminar la adquisición de estas lámparas”.

La inversión que se podía apreciar en las sábanas informativas que había en Forjadores, rebasaron los 10 millones por tres fases; en el Ejido ya no se ven en las calles dichas numeralias, aunque se estima que fue una costo similar.

Y en cuanto a las que prenden intermitentemente, la Comuna tendrá que gastar en la compra de un “supresor de picos”, una especie de regulador para compensar las variaciones de energía que distribuye la Comisión Federal de Electricidad.