Se desploma ingenio local

El Ingenio San Rafael de Pucté, ocupante de los primeros 10 puestos en producción, ahora es el último de los 54 que operan en el país.

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Las condiciones climatológicas extremas influyeron para queel ingenio perdiera los primeros lugares. (Edgardo Rodríguez/SIPSE)
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Edgardo Rodríguez/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- El Ingenio San Rafael de Pucté pasó de ocupar los primeros 10 puestos en producción de azúcar, a ser el último lugar de los 54 ingenios que operan en el país, con un promedio de 91 kilos de endulzante por tonelada de caña, cuando el promedio es de entre 101 y 105 kilogramos por tonelada, esto, de acuerdo con datos de organizaciones nacionales.

Además, en el rubro volumen de caña cosechada y procesada cayó al puesto número 15, lo cual resulta contrastante con otros ciclos ya que durante la zafra 2012-2013, la industria local se ubicó como el quinto con mayor tonelaje de caña molida a nivel nacional, tan es así, que sólo la producción de la ribera del río Hondo estuvo por encima de la cosechada en tres ingenios del centro del país. 

Toneladas de caña de azúcar

Esto se da con base en el análisis de información por parte del Comité Nacional para el Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar (Conadesuca), instancia que reportó una producción oficial, al cierre de aquel ciclo cañero, de un millón 894 mil toneladas de caña industrializadas, motivo por el que San Rafael de Pucté fue uno de los mejores.

Sin embargo, al concluir el presente ciclo se reportan un millón 584 mil toneladas de caña molidas y alrededor de 144 mil toneladas de azúcar, lo que representa 30 mil toneladas menos que otros ciclos en donde se han logrado obtener incluso cerca de 180 mil toneladas de edulcorante.

El presidente de la Asociación de Productores Cañeros, A.C., Gabriel Rivas Canul, dijo que los bajos rendimientos obtenidos durante la zafra 2013-2014 son el resultado de las condiciones climatológicas extremas por inundaciones y luego sequía atípica que se presentaron durante los siete meses que duró la zafra, pues incluso se tuvo que aplazar el decreto final de cierre del ciclo a fin de que pudieran levantar la mayor cantidad de caña posible. Aun así, se quedaron 300 mil toneladas de caña tiradas en campo. 

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