Manuel Salazar/SIPSE
FELIPE CARRILLO PUERTO, Q. Roo.- A raíz de la disminución de las lluvias que se registraron de manera constante durante la semana pasada, y cuyos escurrimientos estuvieron a punto de sobrepasar los niveles de la carretera federal entre Carrillo Puerto y Tulum, ese riesgo se ha ido desvaneciendo luego de que el agua acumulada a la orilla de la carretera empezó a ceder, confirmó el director de Protección Civil, Martín Saucedo Aviléz.

Explicó que ha estado de manera constante verificando de forma personal y mediante comunicación con la base de la Policía Federal División Caminos, sobre las condiciones que prevalecen concretamente en el kilómetro 169, en donde se registró el mayor encharcamiento a las orillas de la carretera, con el riesgo de que empezara a pasar de lado a lado y complicara la circulación de vehículos en la zona.

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 “El punto en el que se acumuló el agua se encuentra muy cerca del crucero para entrar a la población de Santa Amalia, estuvimos también visitando a los habitantes de ese lugar y hablamos con el delegado, quien informó que en el acceso al pueblo el agua alcanzó hasta 80 centímetros de alto, aunque al momento de acudir a ese sitio, encontramos dos espejos de agua de aproximadamente veinte metros de largo, cada uno con 30 centímetros de profundidad”, dijo el funcionario.

En ese sentido, adelantó que debido a que los suelos se encuentran apelmazados por la cantidad de agua que ha caído, estarán pendientes de las lluvias y la intensidad con que lleguen para verificar la zona, pues ante la humedad que han adquirido los terrenos en esta parte del Estado es difícil que filtren con facilidad grandes precipitaciones pluviales que con seguridad estarán sintiéndose en el resto de la temporada.

No obstante, explicó que la llegada del agua hasta nivel de acotamiento en la carretera federal significó un aviso a tiempo, a efecto de que tanto la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), como las instituciones que tienen a su cargo los tramos carreteros, estén pendientes en el momento en que se reporten fuertes temporales que pudieran poner en riesgo la circulación de vehículos en la zona.