Por Rafael R. Deustúa

La expectativa por “Rogue One” en México es alta, por figurar en ella Diego Luna (que no era de mis simpatías). Dado que la campaña publicitaria se enfoca en Felicity Jones, imaginé que Luna tendría un rol secundario y confieso que también pensé que estereotipado: “El mexicano será el mejor ladrón”. Bueno, Luna es co-protagónico, tiene un excelente papel y lo hace muy bien; además la cinta es extraordinaria.

Soldados imperiales asesinaron a su madre y forzaron a su padre, un científico, a trabajar para ellos. Ya adulta Jyn está encarcelada cuando un comando de la rebelión la rescata. Saben que su padre envió un mensaje al hombre que la cuidó de niña y necesitan que ella lo contacte para averiguar más de un arma secreta que el Imperio construye. Cassian Andor, espía rebelde la acompañará con su robot K-2S0.

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La historia surge de la introducción en “Una nueva esperanza”, la cinta original de 1977, cuyo texto aludía a que unos espías robaron los planos de la nueva arma imperial; eso es lo que “Rogue one” nos cuenta. El guión es dinámico, sólido y afortunadamente carece de piedad.

El principal mérito del director Gareth Edwards, es mostrar un mundo de Star Wars más ambivalente, un tanto gris, sin los héroes y villanos que terminan pareciendo títeres de tan buenos o malvados. En “Rogue one” no siguen ese estilo y eso da personajes vivos. Además de eso impone un ritmo acelerado y dinámico bien mezclado con humor.

En actuaciones Felicity Jones lleva muy bien su rol, pero sobre todo, se complementa bien con Luna, es justo decir que entre los dos construyen un personaje pues ambos lucen más juntos, con sus diálogos e interacción. Las líneas de Alan Tudik, como K-2S0 son muy buenas y más la entonación que les da. Todos los personajes tienen un carisma particular, aunque el ciego de Donnie Yen y el guerrero de Forest Whitaker destacan.

Los efectos especiales son magníficos, simplemente dejas de buscarles detalles o errores pues en su rapidez y complejidad es indistinguible lo existente de lo digital. Llama la atención el “maquillaje digital” sobre el actor Guy Henry para convertirlo en el Almirante Tarkin, que en su momento interpretó el legendario Peter Cushing, es notorio que no fueron solo prótesis.

Un filme muy bueno, una verdadera nueva esperanza de que la franquicia evoluciona en una buena dirección.