Por Rafael R. Deustúa

Pareciera que un día Chris Evans y Marc Webb compartieron sus temores a no sobrevivir a los filmes de superhéroes -el primero siendo más conocido como Steve Rogers y el segundo tras hundirse en dos filmes de Spiderman- y decidieron hacer un pequeño filme que les recordara cómo eran las películas antes de los efectos digitales: “Un don excepcional”.

En su primer día de clases Mary, una huérfana criada por su tío, un sencillo mecánico, sorprende a la escuela con su genialidad matemática. La directora insiste en que la inscriban en una escuela para superdotados, pero su tío se opone rotundamente pues quiere una vida normal para ella. Es entonces que aparece la abuela de la niña, una dominante millonaria dispuesta a imponer a su nieta lo que ella cree que es bueno.

También te puede interesar: Llega la primera película mexicana animada para domos

Tal como se ve en los tráilers, la historia es simple, lineal y predecible, pero como suele decirse, lo que cuenta es el viaje, no el destino. El guión de Tom Flynn es una mezcla de dos buenas películas, “Kramer vs. Kramer” y “Mentes que brillan”, que tuvo la suerte de toparse con Marc Webb. Suerte porque el director equilibra la narración dando un desarrollo natural en la historia, sin azucararla demasiado.

El tema central es qué educación debe tener la niña por sus capacidades y cuándo la sociedad tiene derecho a opinar al respecto, Webb tiene el mérito de no satanizar ninguna opción, la educación de élite y el colegio común, ni a sus respectivos defensores -la abuela y el tío-, sino presentar a cada uno con sus motivos, lo que da juego al drama y evade convertirse en una telenovela.

El director también supo dar juego a sus actores de forma equilibrada y apoyarse en ellos para llevar la historia con fluidez.

Chris Evans es convincente aunque no esté vestido de superhéroe-, pero le ayudan las sólidas actuaciones del resto del reparto: McKenna Grace, Lindsey Duncan, Jenny Slate y Octavia Spencer, que hacen un gran trabajo aunque es la niña quién siempre roba cámara.