Tenía una manchita color café en el codo: le detectaron cáncer de piel

Mónica no puede escaparse si quiera un fin de semana a la playa sin extremar precauciones.

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La Fundación Mexicana para la Dermatología ha reportado un incremento de casos de hasta un 500% en los últimos cinco años. (Adrián Barreto/SIPSE)
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Adrián Barreto/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- No es que a sus más de 40 años a Mónica le gustase demasiado tomar baños de sol en alguna playa del Caribe Mexicano, pero haber pasado por una operación de melanoma que le puede desarrollar metástasis le impide escaparse si quiera un fin de semana a la playa sin extremar precauciones para evitar que por segunda vez pueda adquirir este tipo de cáncer en la piel, un padecimiento al que todos los quintanarroenses están expuestos.

¿Cómo se le desarrolló el cáncer de piel? Sus hijos estudian en Puerto Aventuras y todas las tardes después del trabajo iba por ellos. Manejaba alrededor de 20 minutos, tiempo en el que su brazo izquierdo se exponía al sol en una hora en que el sol cala.

“Tenía una manchita en el codo color café que con el tiempo me fue creciendo en unos cinco años. La gente me preguntaba qué me pasaba, pero creció y perdió la forma circular. Fui al dermatólogo por cuestión estética, pero ahí me mandaron a sacar una biopsia, y bueno me dijo que tenía un melanoma y me mandan al oncólogo. Supe en ese momento que esto no estaba bien”, recuerda.

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En Quintana Roo la Secretaría de Salud no cuenta con información pública de la incidencia de este tipo de padecimientos, pero la Fundación Mexicana para la Dermatología ha reportado un incremento de casos de hasta un 500% en los últimos cinco años, y ya no es una enfermedad exclusiva para las personas de la tercera edad o próximos a ella; cada vez hay más registros entre quienes tienen 20 y los 30 años.

Para Arturo Alfaro Palma, presidente del Colegio de Médicos de la Riviera Maya, si quienes viven en lugares como Playa del Carmen no toman en serio protegerse contra los rayos UV el riesgo incrementa. 

“Eso es algo lógico. Pero también sería lógico que la gente usara bloqueadores, que eviten ponerse en contacto con el sol. Hay quienes hacen deporte a las 12 o 1 de la tarde al aire libre y no se ponen protección; el riesgo es muy alto y el precio, no solo el de la salud, es alto”, reflexionó.

Nuevo estilo de vida 

Mónica se trató el melanoma, uno de los varios tipos de cáncer de piel, en Guadalajara. Los gastos médicos, calcula, ascendieron a más de 80 mil pesos, pero además ahora tiene rigurosas recomendaciones médicas que debe seguir como no asolearse, ponerse siempre bloqueador, y de preferencia no ir a la playa o hacerlo bajo sombra.

“Tengo el riesgo de metástasis. Es decir que se me puede desarrollar cáncer en algún órgano interno como los pulmones o el hígado”, dice.

El cáncer de piel es un padecimiento silencioso, como muchos de otro tipo. Hasta que está desarrollado comienzan los dolores, y el sistema de salud público no dispone de campañas de prevención –ni de tratamiento, Mónica se hizo un estudio llamado ganglio centinela que únicamente se practica en el Gardenia de la ciudad de Cancún- como las tiene con el de mama o cervico uterino.

Desde hace algunos años, la Fundación Mexicana para la Dermatología realizan las Jornadas Gratuitas de Detección de Cáncer de Piel en diversas partes de la república, pero no en Quintana Roo, algo que Alfaro Palma ve como elemental para evitar que se disparen los casos. 

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