Violencia y resentimiento acaban con la paz de Cancún: Obispo
El gran reto para las autoridades es trabajar en la formación, prevención, educación y capacitación del personal policíaco.
Edgar Olavarría/ SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La consecuencia de las situaciones urbanas y habitacionales de Cancún, los horarios laborales que limitan la convivencia familiar, la carencia de espacios recreativos y de esparcimiento, así como la falta de una capacitación a elementos de corporaciones policíacas han propiciado la violencia intrafamiliar en este destino turístico, destacó el Obispo Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, prelatura Cancún-Chetumal.
“Somos número uno en violencia intrafamiliar, es el pecado de Cancún la violencia intrafamiliar, es la llamada más frecuente al C4, tenemos que acabar con esa violencia y con el resentimiento de odio y de coraje internos que arrebatan la paz”, apuntó Monseñor.
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El gran reto para las autoridades es trabajar en la formación, prevención, educación y capacitación del personal policiaco y autoridades del orden público como son elementos de la fuerza armada y marina más allá de incrementar su presencia en las calles y reforzar el patrullaje vial, también debe atender situaciones urbanas como son espacios reducidos en viviendas de interés social, que al concentrar a varias personas propicia tensión, enfrentamientos y diferencias que repercuten directamente en los lazos de unión entre familiares.
Asimismo, el Obispo Pedro Pablo destacó que todas las medidas que ayuden a disminuir esos factores que provocan la violencia son benéficos para el seno familiar, como son la reducción de horarios en la venta de bebidas alcohólicas y dotación de espacios agradables que permitan la interacción en un ambiente sano y seguro.