¿Y qué pasó con el Dragón del pavimento…?

Una de esas enormes máquinas rojas está arrumbada en un predio de la Región 105.

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El Dragón renovaba en tiempo récord las calles y avenidas del municipio Benito Juárez. (Redacción/SIPSE)
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Brisa Muñoz/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Por años una de las características de Cancún fueron sus incontables baches que hicieron intransitable la ciudad y hasta fueron motivo de la creación de un movimiento social llamado Cancún sin baches; la medida del gobierno municipal en el 2009, encabezado en ese entonces por Gregorio Sánchez Martínez, para ponerle solución al problema se llamó Dragón, una enorme máquina que levantaba la carpeta asfáltica y la mezclaba con más material para inmediatamente renovar en tiempo récord las calles y avenidas, pero que luego de un primer éxito se convirtió en ejemplo de corrupción, posible desvío de recursos y en una deuda de casi 100 millones de pesos que tendrán que pagar los benitojuarenses.
 
Los Dragones se utilizaron entre 2007 y 2010 en diversos estados del país, pero en todos ellos quedó como un amargo recuerdo de lo que se vislumbró como “la solución para el problema de los baches”. El gobierno municipal de Querétaro compró una de estas enormes maquinarias por casi 40 millones de pesos y en 2010 ya la estaba subastando por menos de 22 millones de pesos, calificándola de ineficaz, pero ese referente no pareció desmotivar al entonces edil de Benito Juárez, pues la experiencia previa en Cancún con el Dragón había sido muy buena, pero las circunstancias eran completamente diferentes.
 
En septiembre de 2009, el Congreso estatal autoriza una línea de crédito de 229 millones de pesos para el municipio de Benito Juárez para obra pública, entre las que se encontraba la pavimentación con la utilización por segunda ocasión de los llamados Dragones, cuyo uso costaría aproximadamente 60 millones de pesos; las obras no se realizaron conforme se comprometieron las autoridades y además hasta la fecha se desconoce el paradero de 162 millones de esa línea de crédito, lo que ha derivado en un proceso que a menos de un mes de que se acabe el 2012 no ha concluido y aún no se fincan responsabilidades, por lo que es la misma sociedad quien tendrá que reponerlos, según explicó el regidor Julián Aguilar Estrada .
 
“El tema está en manos de la procuraduría que es a quien le corresponde hacer todas  las investigaciones, lo que nosotros hicimos es poner la demanda y la última información que tenemos es que ya estaban en la última etapa de investigación de los peritos y se emitiría un dictamen, que hasta el momento no ha llegado. Lo que sí se puede decir es que de todas las observaciones que se hicieron, por parte de la Auditoria Superior, estaban las  relacionadas con obras inconclusas y sobre todo que se habían pagado y no se terminaron. Desafortunadamente ese dinero se sumó al endeudamiento que tenemos en el municipio de mil 400 millones, lo ideal es que se encuentre algún responsable y atribuirle esa responsabilidad de pago; sin embargo, hasta el momento, ya todos tenemos esta deuda en nuestras espaldas”, acotó.
 
De acuerdo con diversas notas periodísticas de esos años, 92 millones de pesos del préstamo fueron destinados a la empresa “Construpecsa S. A de C. V.”, propiedad del empresario Pedro Salinas, a razón de llevar a cabo siete obras a favor del municipio, entre éstas la pavimentación con los Dragones, mismos que costaron 60 millones por concepto de arrendamiento a esta misma empresa; tras la Auditoría Superior de 2011 se dio conocer que se habían pagado más de 30 de los 60 millones de pesos, pero las obras no se terminaron.
 
Wilberth Esquivel Zanoguera, quien fuera director de Obras Públicas en la administración de Sánchez Martínez recordó que la idea de traer esta metodología de pavimentación fue suya, luego de que el alcalde les exigiera encontrar una solución al problema de los baches que ya era conocido hasta en China, lugar en el que se encontraba en octubre de 2008; tanto Esquivel Zanoguera como Julián Ricalde Magaña, en ese entonces secretario de Obras Públicas y Servicios, diseñaron el programa ‘Recuperación de la movilidad principal’, “pues lo primero era atacar en todas las avenidas y calles principales y hacerlo rápido y decidimos traer el Dragón por ser una máquina que pavimentaba muy rápido y recto”, y que conoció a través de un amigo ingeniero, pero además aseguró que la primera etapa del uso de los Dragones fue no sólo necesaria, sino buena, y que no tiene nada que ver con lo que sucedió en 2010.
 
“La tecnología la conocí por un ingeniero civil y fui yo quien se la presenté tanto al presidente como al secretario, Julián Ricalde Magaña. Esto ya se había usado en Querétaro, Tabasco y Belice, por mencionar a algunos, de hecho la gente de Imex, que fue la empresa que realizó los trabajos, vino a Cancún y nos habló del Dragón, incluso fuimos a Torreón, Coahuila, a verlo trabajar. La máquina nunca se compró ni se rentó, eso fue información que no sé de donde salió, porque lo que se llevó a cabo fue una licitación, que de hecho ganó Imex, por lo menos así fue hasta el 2009 y esas son las calles que aún están en buen estado; después en el 2010 las cosas cambiaron”, aclaró 
 
Detalló que los trabajos que se realizaron durante 2009 significaron la repavimentación de 217 avenidas y calles principales de la ciudad, es decir, más de un millón y medio de metros cuadrados de forma extraordinariamente rápida, pues la máquina avanzaba casi un kilómetro diario, experiencia que bien se pudo haber repetido si Greg Sánchez hubiera realizado una licitación o recontratado a Imex, lo que nunca sucedió, decisión que el ahora director de Siresol, aseguró fue clave para su salida del gobierno municipal, pues no se quiso ver envuelto en lo que el mismo calificó como “el dragonazo”.
 
“Julián ya había renunciado en octubre de 2009 y yo quedé a cargo de la secretaría, pero en marzo me salí porque venía el crédito del Congreso y lo que venía era un Dragonazo, que fue un fracaso. Mi renuncia fue porque no estuve de acuerdo con lo que iban a hacer con ese crédito, no estuve de acuerdo con que trajeran otra máquina (…) De hecho, tuve que volver a  ir a Torreón a ver esas máquinas en noviembre de 2009 y el ahora innombrable estaba terco y yo ahí sí ya no aguantaba, así pasó enero y febrero, para marzo ya era una locura y dije adiós, porque si no tendría que ser yo el que firmara  todo como secretario de Obras; no quería tener nada que ver con eso, y tuve razón, esas máquinas no duraron ni siquiera 15 días” dijo.
 
El segundo ‘Dragonazo’ fue un fracaso, no sólo porque cuando ya no funcionaron las máquinas, el gobierno municipal tuvo que concluir las obras de pavimentación de la manera tradicional o las críticas de algunos ingenieros, que en esos años lo definieron como una medida emergente y costosa, si no porque muchas de las calles que se encontraban en el plan de pavimentación siguen con graves problemas de baches, pues en gran parte de éstas o no cabía la enorme maquinaria o simplemente se argumentó que no cumplían con el grosor mínimo para que ahí operara; además de que una de esas enormes máquinas rojas está arrumbada en un predio de la Región 105.

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