Zelaya y Mayuli no alcanzan a Mario Rivero

El PAN ha sido incapaz de generar nuevos valores en la capital del estado, donde la sorprendente alternancia fue posible con la asimilación de un desertor del PRI...

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El PAN ha sido incapaz de generar nuevos valores en la capital del estado, donde la sorprendente alternancia fue posible con la asimilación de un desertor del PRI: Luis Torres Llanes, postulado por la coalición que los blanquiazules formaron con el microscópico perredismo cada vez más inofensivo.

En nuestra capital el ciudadano está acostumbrado a mandos priistas o desprendidos de ese partido tan dominante, aunque hundido en el fango del desprestigio. Pero la población en general acepta a los Tricolores por hábito, lo que explica el aplastante éxito de la candidatura de Torres Llanes, un priista fuera del PRI que siguió a Carlos Joaquín González soportando las nada sutiles amenazas del gobernador Roberto Borge

Los diputados locales Fernando Zelaya Espinosa y Mayuli Martínez Simón con tanto a su favor han hecho todo lo posible por fortalecerse, olfateando la cercana batalla por la alcaldía capitalina que Luis Torres pretende dejar vacante para capturar una candidatura federal, sea diputación o senaduría.

Hasta hoy Fernando y Mayuli no se han consolidado como opciones dignas de atención para el porcentaje de chetumaleños que define una elección; a ambos les queda tiempo para mejorar su ubicación, pero difícilmente llegarán muy lejos porque una simple diputación no agita mares de simpatías, a menos que el desempeño sea fuera de serie.

Quizá cualquiera de ellos tenga alguna oportunidad si PAN y PRD se deslizan de nuevo mejilla con mejilla en el proceso mayor de 2018, pero el peso de los candidatos hace la diferencia en la silla más cercana a los ciudadanos, por lo que una candidatura tibia puede ser catastrófica para el panismo en la capital.

El panismo capitalino sigue contando con una figura más fuerte, pese a sus flancos cuestionables: su Secretario General Mario Rivero Leal, quien fue interesante adversario del priista Andrés Ruiz Morcillo en 2008.

Fuera de sus filas, el panismo contempla a su ex dirigente que se despidió de ellos en plena elección federal del siete de junio de 2015: José Hadad Estéfano, quien no se ha acercado a otro partido y conserva una imagen muy limpia y repleta de congruencia.

El PAN no tiene muchas opciones, y debe comprender que ya es historia la efervescencia del pasado proceso local que humilló al PRI del gobernador Roberto Borge.

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