Ángel Castilla/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La apertura de la zona arqueológica de Ichkabal, en el municipio de Bacalar, no será de manera inmediata o para el año próximo, ya que es un trabajo arqueológico que requiere cuidado, conservación e investigación.

La delegada estatal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Adriana Velázquez Morlet, expresó que la zona arqueológica de Ichkabal no es un proyecto de albañilería, infraestructura carretera o construcción de otro tipo de recinto, y que se está trabajando en conjunto con la Secretaría Federal de Turismo y el gobierno del estado en la generación de un proyecto importante, ya que no se trata de excavar indiscriminadamente. 

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“Hay que investigar y conocer, el período preclásico es un tema muy importante en términos de investigación; existe una expectativa muy alta sobre este tema, pero aún hay muchas situaciones por resolver, como el de la expropiación de las 100 hectáreas con el Ejido de Bacalar, en el que afortunadamente se tiene un buen avance, y la construcción de carretera e infraestructura, entre otros”, indicó.

Por su parte, el presidente municipal de Bacalar, Alexandre Zetina Aguiluz, señaló que la zona arqueológica de Ichkabal es una gran belleza que se encuentra perdida en la selva, de gran trascendencia histórica y darla a conocer al mundo permitiría generar la llegada de mucho turismo a la zona sur de la entidad.

Expresó que el proyecto de la zona arqueológica de Ichkabal se está trabajando de manera conjunta con el gobierno del estado, ya que si bien, se encuentra ubicada en el municipio de Bacalar, la apertura de la misma detonaría toda la zona sur de la entidad.

“La zona sur de Quintana Roo carece de algo que realmente llame la atención para que el turista llegue de manera constante y masiva, y con la afluencia de los visitantes, poder detonar esta zona turística de la entidad”, apuntó.

Precisó que con el apoyo del gobierno del estado continuarán con la insistencia ante la Federación, para poder trazar un proyecto que permita poder ir abriendo poco a poco la zona, en las condiciones en las que se encuentra.

“No tenemos que abrir y quitar toda la tierra a las zonas arqueológicas, no se trata de eso, hay que encontrar un mecanismo que permita que la gente pueda llegar a la zona, y conocerlas, por ejemplo, con diseño de aulas y explicación virtual de cómo vivieron los habitantes de antaño”, finalizó.