Hace apenas unas semanas escribí en mi columna que Juan Gabriel se estaba poniendo de moda nuevamente con la serie que narra su vida, sus discos “Los dúo”, y que eso le venía bien a la música mexicana. El domingo pasado México se conmocionó con la noticia de su muerte.

El deceso de Alberto Aguilera Valadez sigue siendo tendencia en las redes sociales, personalidades de la música nacional e internacional han expresado su sentir por el hecho, cantantes de todos los géneros, ranchero, rock, metal, dieron sus condolencias; jefes de estado resaltan también su legado musical.

Pero vamos por partes. Lo que viene es lo inevitable y lo que pasa cuando alguien famoso pierde la vida. Primero que nada sus discos se van a vender como pan caliente, la serie que se transmite por TV Azteca seguramente será de las que más raiting tenga en la televisión abierta y eso lo van a aprovechar para vender a “Juanga” hasta por los codos y ¡no está mal!, saldrán ediciones especiales, de colección, último concierto y demás memorabilia del cantautor.

“El Divo de Juárez” fue uno de los artistas que le gustaba al pobre, al rico, al trabajador, al estudiante, al empresario, sus canciones se escuchaban en cualquier tipo de fiesta y hoy más que nunca sonará por todas las estaciones de radio, programas musicales, en YouTube y claro las redes sociales harán lo suyo.

También hay que resaltar que fue uno de los primeros artistas homosexuales en México que fue reconocido, tuvo que luchar contra una sociedad machista y cerrada, a eso se tuvo que sobreponer y salir adelante.

Juan Gabriel tiene ya un lugar privilegiado en la música mexicana y lo ponen junto a José Alfredo Jiménez, Agustín Lara, su legado se seguirá cantando y México lo va a extrañar, ahora falta ver quién es el guapo que llene los zapatos de Juan Gabriel.

Estimados lectores nos leemos la próxima semana.

Saludos y mucho rock