|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Los partidos minoritarios en México han formado un bloque opositor con el propósito aparente de hacerse fuertes frente al PRI en las cámaras que conforman el Congreso de la Unión y ante el Ejecutivo federal que comenzará funciones el próximo 1de diciembre.

El anuncio lo hicieron encabezados por sus presidentes nacionales y coordinadores parlamentarios -ausente el PT y por supuesto el de Andrés Manuel-, en el que prefiguraron una alianza que, en la circunstancia, soslaya las diferencias ideológicas y programáticas para dar la batalla y pesar en la toma de decisiones  políticas futuras.

Un acuerdo así no es inédito en nuestra patria. Como bien lo han recordado algunos analistas, en 1997 se formalizó uno equivalente al actual entre el PAN y el PRD, entre los legisladores federales respectivos. El entendimiento fue propiciado entonces por Carlos Medina Plascencia, Santiago Creel y Porfirio Muñoz Ledo, entre otros.

En esos ayeres el PAN rectificó. Motivado por críticas de sus apoyadores de que "jugando en mancuerna con el PRD se desdibujaba el partido" y de que, "si colaboraban con el PAN,  no se sabía qué políticas fueran las respaldadas", el Comité Ejecutivo Nacional inició el proceso de enmienda.

Citó al coordinador de la bancada y le pidió eliminar de su vocabulario la palabra "bloque" y no continuar con prácticas de línea política reservadas para ser decididas por su Consejo Nacional.

En poco tiempo se superó lo que pudo conformar una crisis institucional. No pasó a mayores y la historia da cuenta del acierto que significó superar el error. En la siguiente elección federal se ganó la Presidencia de la República.

La "edición" 2012 del bloque aún está a tiempo de cancelarse o emprender el vuelo.

Lo más leído

skeleton





skeleton