Con expresiones de agrado y esperanza, los jubilados y pensionados del Isstey recibieron la noticia del gradual incremento de 1.82 pesos otorgado al salario mínimo de la zona “B”, que pasará de 66.45 a 68.27 pesos a partir del próximo mes de abril.

Aunque la promesa de concretar un salario mínimo único para fin de año los ponga a la par en 70.10 pesos, fincan su verdadera esperanza en que el gobernador Rolando Zapata Bello les cumpla una promesa, hecha hace siete años por la ex mandataria Ivonne Ortega Pacheco, de homologar el tope de sus pensiones a 10 salarios mínimos que el Issste otorga por ley a sus jubilados.

Con este pequeño ajuste, el tope máximo de 8 salarios mínimos de las actuales pensiones del Isstey pasaría de 15 mil 948 pesos a 16 mil 384.80 mensuales a partir del próximo mes. De cumplirse la promesa del salario mínimo único a fin de año, la pensión subiría a 16 mil 824 pesos como máximo, cantidad todavía menor que el máximo de 21 mil 30 pesos que reciben actualmente los pensionados del Issste. La esperanza es lo único que no muere, pues mantienen viva la ilusión de que al fin les sea reconocida su labor y dedicación al servicio de la educación, sin importar a qué patrón sirvieron. Todo se puede cuando hay voluntad política.

En otras noticias para los maestros activos, al fin se conoció del pliego de demandas que el CEN del SNTE entregará a la Secretaría de Educación Pública para que sea revisado en el marco de la negociación única nacional y se pueda anunciar el próximo 15 de mayo a cuánto ascenderá el incremento salarial del magisterio en este 2015. Para tal efecto, el sindicato convocó a su estructura que analizó cerca de 2 mil 618 propuestas de todas las secciones del país. 

En su integración se recibieron mil 597 peticiones para el ámbito nacional contra mil 21 de  naturaleza local propias de la problemática en cada sección.

Ya en su segundo año, esta nueva modalidad de negociación metió al SNTE en una estricta dinámica para la asignación de recursos partiendo de las nuevas condiciones laborales previstas en la Ley del Servicio Profesional Docente. Atrás quedaron Carrera Magisterial, el estímulo a la calidad docente derivada de la prueba Enlace.

Del incremento no se espera nada bueno, más bien debe ser menor del 3.5 por ciento al salario y 1.9 en prestaciones acordado el año pasado; al final el dólar y el petróleo tendrán la última palabra.