Ya vamos manejando y nos sentimos los dueños de la calle; es ahora cuando mayores deben ser nuestras precauciones y nuestros reflejos condicionados, como siempre circular por los carriles de la derecha a una velocidad por debajo del máximo permitido, que en avenidas es de 60 km/h y en calles secundarias de 50, y sólo cambiarnos al de la izquierda cuando deseemos rebasar a otro vehículo que circule a menor velocidad.

Esto en la ciudad, pero en carretera debe ser una regla de oro que siempre respetemos, así haya cuatro o cinco carriles, y sólo nos cambiemos de carril cuando otros vehículos vayan más despacio que nosotros, siempre respetando los máximos permitidos.

Una recomendación que pocos respetan en carretera es no rebasar por la derecha, como muchos automovilistas que lo hacen incluso por el primer carril a más de 100 en la carretera a Progreso: es que tienen mucha prisa y su destino es tan lejano. 

Podemos considerar una condición de egoísmo, supremacía o ignorancia circular por los carriles izquierdos a velocidades menores; aquí es increíble ver a gentes a 100 km/h presionando al que va delante acercándose a distancias muy riesgosas para que les cedan el paso, lo que revela su desconocimiento de los peligros que corren: siempre hay que respetar la distancia mínima entre los vehículos, que al aumentar la velocidad crece.

Lo recomendable en carretera es siempre circular por un carril en el que conduzcan a tu misma velocidad y mantente allí hasta que necesites cambiar de carril, doblar o detenerte.

Algo importante es nunca rebasar un camión por la derecha, ya que son más largos que un automóvil, lo que significa que sus puntos ciegos son mucho mayores, y si quiere regresar al carril derecho tendrás un accidente; rebasarlos por la izquierda significa que estás conduciendo fuera de su espacio, disminuyendo el riesgo de accidentes.

Los límites de velocidad existen por una sencilla razón, que no es para hacer la conducción menos divertida, sino para convertir el camino en un lugar más seguro, sobre todo si hay curvas, en cuyo diseño se define el radio de giro con una velocidad máxima. 

Para finalizar este capítulo, el penúltimo, déjenme insistir en que por favor nunca dejen en casa la cortesía.