De repente, el acuerdo

Miguel Osorio Chong y Luis Videgaray comenzaron a tejer una serie de encuentros que fueron escalando hasta las cúpulas de los dos principales opositores.

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Han perdido continuidad: se están reinventando.Florestán

De las primeras instrucciones que Enrique Peña Nieto dio, fue la del acercamiento con la oposición, básicamente PAN y PRD, pero también con el lopezobradorismo con el que han tenido conversaciones.

Así, Miguel Osorio Chong y Luis Videgaray comenzaron a tejer una serie de encuentros que fueron escalando hasta las cúpulas de los dos principales opositores, encuentros que alcanzaron al mismo presidente electo.

El resultado se dio a conocer públicamente el lunes por la noche, cuando, como de la nada, llegaron tres boletines: el primero del PRI, diciendo que en la reunión de su Consejo Político, Pedro Joaquín Coldwell informó de conversaciones con otras fuerzas políticas, de cara a un inminente gran acuerdo nacional.

En esa misma línea, Jesús Zambrano, PRD, reveló que había tenido conversaciones con el PRI y el PAN, además del equipo del presidente electo, con miras a ese acuerdo.

Y en otro boletín, Acción Nacional daba a conocer que su presidente, Gustavo Madero, había hablado con los dirigentes de PRD y PRI, así como con integrantes del equipo de transición.

Y con Peña Nieto, sobre dicho acuerdo.

Los comunicados partidistas anunciando los encuentros privadísimos se dieron en línea con la conclusión de las negociaciones previas al apuntado gran acuerdo nacional por México, que Madero equipara a los españoles de la Moncloa, en pos de las grandes reformas pendientes en educación, economía, pobreza, bienestar, seguridad, justicia, energía y política que, de lograrse, sería el impulso indispensable, siempre regateado por falta de acuerdos, para que México se convierta en lo que debe ser o, al menos, comience a reconstruirse como nación en busca del bienestar, la justicia y la certidumbre perdida por el egoísmo partidista de los políticos.

El anuncio será mañana, vísperas de la toma de posesión de Peña Nieto el sábado, con lo que estaríamos ante un inicio de gobierno diferente a los que hemos visto y sufrido.

Y habrá de concedérsele al nuevo presidente el punto de la construcción de acuerdos, aunque opositores y críticos no le concedan nada.

RETALES

1. MEADE. Luis Videgaray será el nuevo secretario de Hacienda en relevo de José Antonio Meade, quien dejará el gabinete, pero no Los Pinos;

2. MÁS. En la reforma del nuevo gobierno se fortalece y acerca la Oficina de la Presidencia al jefe del Ejecutivo, ya fortalecida en 2006 por Felipe Calderón para Juan Camilo Mouriño. Y por eso; y

3. ALZA. Quien propuso que la dieta de los diputados se empareje a la de los senadores fue Alberto Anaya, el propietario del PT y su coordinador en San Lázaro. Anaya, que lo es todo en esa franquicia, extraña el sueldo del Senado.

Nos vemos mañana, pero en privado.

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