Dinero alado

La batalla comercial sobre aguinaldos y demás percepciones y lo acumulado durante el año –como bonos y cajas de ahorro– ha sido ganada de calle por tiendas departamentales y de autoservicio y hasta por los casinos de la Zona Libre de Belice, cuyo atractivo se mantiene en esta temporada vacacional.

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La batalla comercial sobre aguinaldos y demás percepciones y lo acumulado durante el año –como bonos y cajas de ahorro– ha sido ganada de calle por tiendas departamentales y de autoservicio y hasta por los casinos de la Zona Libre de Belice, cuyo atractivo se mantiene en esta temporada vacacional. 
 
No hay cifras confiables que nos permitan precisar la contundencia del triunfo de esas cadenas comerciales, franquicias y centros de apuesta, pero con lo que hay a la vista conservadoramente se puede estimar que un 95 por ciento del ingreso de los trabajadores federales, estatales y municipales queda en las redes de las firmas de prestigio.
 
Exceptuando las sucursales, la avenida de Los Héroes es un símbolo debilitado de la opción chetumaleña para retener algo de las montañas de dinero captadas de antemano por la poderosa maquinaria comercial distribuida en tres zonas de la capital.
 
Incluso, las vigorosas casas de empeño pueden ser el segmento más exitoso a nivel local, incluyendo taquerías sembradas a lo largo del bulevar, y dos o tres restaurantes ubicados en el primer cuadro de la ciudad.
 
Contadas tiendas de ropa y zapaterías de casa se mantienen a flote, haciendo milagros cotidianos para permanecer en el mercado.
 
Sin embargo, en tales condiciones de desventaja lo difícil es superar la incertidumbre, bajando las cortinas tarde o temprano, no hay de otra. 
 
Hay que destacar que la pesca de los ingresos incluye las percepciones de familias beliceñas que arriban a la capital del estado en forma masiva, aprovechando la ocasión para recorrer el sur, beneficiando a restauranteros y a los alicaídos hoteleros.
 
Colocados en desventaja, los comerciales de patio deben dar un viraje para atraer clientela, aunque para ello se debe cambiar el concepto ofrecido, dando la opción de comprar con tarjeta de crédito o débito en forma más amplia, sin que la aceptación del dinero plástico se limite a dos o tres adelantados a su tiempo, como hasta ahora.
 
También Chetumal tiene que contar con atractivos visitables en su primer cuadro, pero en lugar de ello han sido convertidos en oficinas y estacionamiento de sus empleados, como ha ocurrido con el Centro Cultural de las Bellas Artes, que en realidad es sede alterna de la Secretaría de Cultura.
 
Si no hay atractivos genuinos que atraigan la atención de propios y extraños, está perdida de antemano la batalla comercial librada en condiciones adversas. Tal batalla la ganaron los visitantes de nuevo en esta ocasión, pero este balance desolador debe ser analizado para plantear alternativas que ayuden a reactivar la economía del sur, dejando de contemplar la carretilla que traslada sin tregua a otros destinos su valiosa carga de aguinaldos y demás ingresos.

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