Eclipsado por el crecimiento acelerado de Cancún y Playa del Carmen, el de Chetumal –nuestra capital, pese a todo– ha sido como una nube perezosa en el ardiente paisaje. Voy a exponerles mi visión de padre de familia en un tema concreto: el desequilibrio en la dotación de infraestructura deportiva y cultural tomando como línea divisoria la avenida Erick Paolo Martínez, de gran flujo vehicular y tan larga como la lengua de muchos políticos de nuestro Caribe.

La Unidad Deportiva del ITCH es la instalación más importante en las cercanías de la Erick Paolo, colindante con la avenida de los Insurgentes. Ocasionalmente está disponible para todos aquellos que corren y trotan, por prescripción médica en muchos casos. 

Cerca de la plaza de las Américas, en la colonia Emancipación –entre la Insurgentes y la Erick Paolo– fue construida una cancha de futbol rápido con pasto sintético. La inversión fue fruto de la generosidad de la diputada chetumaleña Lizbeth Gamboa Song, quien canalizó para ese fin una parte del recurso etiquetado, accesible para los 500 diputados que pueden destinarlos a los municipios que prefieran. Recordemos que Alicia Ricalde Magaña prefirió destinar todo el billete a municipios yucatecos gobernados por el PAN. Así le fue a la desatinada ex alcaldesa de Isla Mujeres…  

Parques deprimentes abundan del otro lado de la Erick Paolo y miles de familias no tienen acceso a espacios deportivos óptimos; eso sí, abundan las superficies repletas de maleza y escasos campos llaneros. 

Chetumal crece fuera de control del otro lado de la Erick Paolo y contemplamos una capital nauseabunda en muchas cuadras, con miles de niños y adolescentes que no tienen acceso a instalaciones deportivas dignas.

Vale recordarle al alcalde Luis Torres Llanes que canceló su último acto de campaña que había programado en la colonia Residencial Chetumal, donde los problemas siguen brotando. Por fortuna, la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SINTRA) hizo en estos días labores de bacheo, ocultando por un tiempo los cráteres abuelos.

En infraestructura cultural y educativa, esta enorme zona de Chetumal también ha sido descuidada. No hay casas de cultura y bibliotecas, apartando a miles de capitalinos de una oferta que más o menos se mantiene en el Chetumal del otro lado de la Insurgentes.