Aunque aislados, sí hay, sí existen intereses de varios sectores por querer hacer algo en beneficio de nuestra sociedad. En el ámbito educativo, por un lado está el esfuerzo de algunas cámaras empresariales por promover programas de apoyo, de becas, en fin, con tal de que más jóvenes tengan acceso y no haya pretexto para abandonar la escuela.

Por parte de la sociedad, también hay grandes luchas, por llamarlo de alguna forma, de asociaciones civiles innumerables. Muchas de ellas en el anonimato pero que hacen esfuerzos heroicos por empujar y hacer de nuestro Estado un lugar mejor.

Sin embargo, también hay un tercer grupo. El grupo de desinterés, el que sólo acepta lo que las autoridades disponen, lo que las políticas educativas delinean y lo que el maestro indica, sin cuestionar nada en absoluto.

Los dos primeros grupos no deben cesar en su esfuerzo hasta que se logre abrir los ojos a los terceros.

Nada de lo que menciono es nuevo, y ya se ha dicho reiteradas veces, pero la contribución está en recordarlo. Como le compete a los medios de comunicación, hasta el cansancio, hasta que quede grabado en las memorias y hasta que se haga.