¿Está listo para Uber?

Uber llegó a Cancún y no pudo hacerlo en mejor momento.

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Uber llegó a Cancún y no pudo hacerlo en mejor momento. Los quintanarroenses estamos aún con la necesidad de cambiar de aires, de probar cosas nuevas dentro de la legalidad, y este servicio de transportación privada no es la excepción. 

Internet y las redes sociales dan a los usuarios la oportunidad de elegir o de hacer saber a los demás lo que consideran es el mejor servicio en cualquier ámbito, opinión que hasta hace poco era irrelevante para quienes prestaban la mencionada dádiva, pero que hoy en día es tan importante, que la misma Secretaría de Turismo federal reconoce que hoy en día no se puede alegar calidad sin la opinión de los usuarios, de la gente real. Para ejemplo, sólo piense en cuántos visitantes e incluso nosotros, deciden por un hotel o restaurante por medio de TripAdvisor, Foursquare o Yelp!, cuya calificación se basa en lo que otras personas opinan, sin filtro a sus comentarios y experiencias positivas o negativas. 

Bajo este entendido, era más que obvio que servicios como Uber llegarían a Cancún, pues el hecho de no estar ligados a sindicatos u otras organizaciones gremiales o partidistas, asegura al usuario que la calificación u opinión sobre el servicio es “honesta”, y que la tarifa es “justa”, nunca inflada por “horario nocturno” o si el chofer podrá llevar más pasaje en camino a su destino. 

Celebramos que Uber por fin pueda operar en Cancún por dos sencillas razones: la primera, porque siendo un destino de clase mundial (ignoremos la calidad de nuestras calles) era ridículo que los turistas no tuvieran la oportunidad de hacer uso de un servicio con presencia internacional. En segundo lugar (y quizá más importante), es que los taxistas gremiales tendrán competencia real, ajena a las reglas no escritas del sindicalismo mexicano; o sea, que por fin entenderán que la cuestión está en la calidad, y no en cantidad. 

Se podrá disponer de miles de unidades taxistas en nuestra ciudad, pero si en cuanto llueve todas se esconden o si salen con el famoso “no me queda”, ¿de qué sirve? Al contar con un servicio cuyo éxito literalmente depende de la recomendación “comentario en comentario” en las redes sociales; es de esperarse que los “martillos” suban al tren de la calidad, pues sólo así tendrán oportunidad de sacar la casta y realmente ganarse un lugar en el gusto de los clientes.

El manual de usuario

Ahora, tan importante es contar con un servicio de primer nivel, como ser usuarios de primer mundo, y es aquí donde tenemos nuestras dudas sobre el éxito que esperamos tenga Uber.  ¿A qué nos referimos? Simple: así como los usuarios de redes sociales suelen tener el pulso de los hechos y puntualidad en sus opiniones, también son viscerales e incapaces de compaginar sus expectativas con la realidad. 

Uber está comenzando, realmente deseamos que se quede el servicio, pero esto no ocurrirá si los usuarios no somos conscientes de que 1) el servicio tiene un costo que debemos pagar, 2) no todos los choferes entenderán a la primera las cosas, 3) estamos usando un servicio de transportación privada: los operadores no son nuestros choferes particulares o mayordomos, y 4) el bote con agua, los canapés y esas cosas, no son necesarios para que el servicio sea de primera.  

Teniendo esto en mente, casi podemos asegurar que Uber será una experiencia digna de reseñar (con honestidad) en nuestras redes sociales. 

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