Como cada año en Cancún y en todo el mundo, de manera simultánea, se lleva a cabo la limpieza internacional de playas, que en lo personal es una iniciativa a la que me gusta sumarme por las implicaciones ambientales que benefician no sólo a los arenales del destino, sino a la formación de una conciencia colectiva de que las playas son el hogar de muchas especies marinas y sitios que nos gustan disfrutar en todas las épocas del año, son para mí las ventanas naturales de Quintana Roo. 

Quizá el trabajo más representativo de este maratónico esfuerzo, no es lograr que haya un récord de voluntarios en una sola fecha para limpiarlas, sino las acciones continuas que hacemos para mantenerlas libres de basura cada vez que las visitamos. Y es que entre los objetivos más importantes se encuentra el respetar los hábitats que nos rodean pero sobre todo hacer una acción como nuestra, ya que todos alguna vez hemos estado con la familia o amigos en una playa llena de basura y verdaderamente es muy frustrante no poder resolver esta gran problemática que llega a través de todos y cada uno de los seres humanos o de las corrientes que arrastran por miles de kilómetros desechos de todos los países.

Es muy triste visitar una Playa Norte en Isla Mujeres, Isla Contoy, Playa del Niño, Tortugas y así les puedo enlistar todo el recorrido de hermosos litorales y encontrarme con colillas de cigarros en la arena, como si estos sitios fueran ceniceros gigantes. Lo único que me viene a la mente cuando esto sucede es que no sólo quien realizó semejante mala acción  daña sus pulmones; también los mares en los que nos sumergimos, quienes disfrutamos de sus aguas.

Por eso para mí es todo un ejemplo cuando una escuela o asociación trabaja en la conciencia ambiental, porque no sólo se interesa por la protección de la fauna y la flora, sino por todos los seres que habitamos este planeta.

No debemos olvidar que este destino ya tiene playas certificadas y es responsabilidad de todos los que las visitan y lo que vivimos aquí no arrojar desechos al mar, o dejarlos en la arena de manera que se vayan con los vientos o sean arrastrados por las mareas.

Este año con el lema “sumérgete y salva al mar” todos podemos hacer un gran equipo de trabajo con conciencia de que un pequeño esfuerzo cambia el entorno, y sin duda el esfuerzo más arduo es que todos los días del año valoremos el destino en el que habitamos; este es nuestro hogar y sólo nosotros podemos cuidarlo y emprender acciones desde casa para reducir el impacto ambiental.

Aprovechemos cada mes del año para iniciar una acción positiva por el planeta, no sólo por moda sino por un compromiso personal. Asumamos el reto y al mismo tiempo construyamos mejores entornos para todos. Recordemos que los únicos que podemos evitar más contaminación somos nosotros.