Historia reciente estilo sopa Maruchan

El historiador Enrique Florescano publicó un ensayo brillante titulado “De la memoria del poder a la historia como explicación”...

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El historiador Enrique Florescano publicó un ensayo brillante titulado “De la memoria del poder a la historia como explicación”, del que continuación transcribo el primer párrafo:

“En tanto que la reconstrucción del pasado es una operación que se hace a partir del presente, los intereses de los hombres que deciden y gobiernan ese presente intervienen en la recuperación del pasado. Cada vez que un movimiento social triunfa e impone su dominio político sobre el resto de la sociedad, su triunfo se vuelve la medida de lo histórico, domina el presente, comienza a determinar el futuro y reordena el pasado: define el qué recuperar del inmenso y variado pasado y el para qué de la recuperación.  Así, en todo tiempo y lugar la recuperación del pasado, antes que científica, ha sido primordialmente política: una incorporación intencionada y selectiva del pasado lejano e inmediato adecuada a los intereses del presente, para juntos modelarlo y actuar sobre el porvenir”.

Entiendo que  con el cambio de administración federal a partir del 2012 hay una nueva narrativa nacional, por ejemplo en el tema de seguridad pública, el combate sigue siendo cruento, aunque mucho menos mediatizado y por lo tanto, quizás exista la percepción para algunos de que se han reducido los niveles de violencia. Por otro lado, tenemos asuntos como el de la reforma energética, y aunque entiendo que el objetivo de la estrategia en medios de comunicación masivos no es educar a las personas, sino el de cambiar la percepción de los mexicanos sobre un tema tan ligado al nacionalismo como el de los energéticos. 

Creo que en el afán de generar una opinión pública menos adversa se peca de reduccionismo. Acontecimientos históricos como la expropiación petrolera, que fueron parte sustancial desde la cual se construyó la versión de la historia, según el guión de la época priísta,  se convierten en un evento que se explica en 30 segundos en un spot. Los eventos históricos, a la manera de las sopas instantáneas, se cuentan en pocos segundos, quizás pensando que también de esa manera serán digeridos, sin incorporar el contexto y el sentido de la historia. Retomando a Florescano, estamos viviendo “una incorporación intencionada y selectiva del pasado lejano e inmediato adecuada a los intereses del presente para juntos modelarlo y actuar sobre el porvenir, en ese sentido, van de salida los personajes que le dieron sentido a la historia nacional del siglo XX”.

Considero que es muy complicado analizar o juzgar la historia inmediata, quizás dentro de algunas dos o tres décadas se puedan advertir los verdaderos hechos que cambiaron la historia nacional en la segunda década de este siglo, por el momento creo más que cambios históricos estamos viviendo  inundados de una campaña en medios en las que este régimen trata de explicarnos sólo con teoría los cambios que de acuerdo a su narrativa el país está viviendo.  

Cuando digo que es sólo con teoría, me refiero a que buena parte de la población vive en las mismas condiciones económicas que hace una década. La terca realidad no se adapta a los spots, ni al guión de esta nueva historia.

En el caso de los gobiernos locales la situación es peor: la historia reciente está llena de pequeñas e insulsas anécdotas de variados personajes públicos, que perdidos en una marea de aduladores confunden las anécdotas con la historia. Y que confunden las lonas de su rostro en la calle con la posteridad, sin el menor sentido de su papel en la historia. Trivializan casi todo y en tiempo real. 

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