Llegamos a fines de agosto y con ello entramos de lleno a la fase más intensa de la temporada de huracanes, la cual hasta el momento ha estado dentro del promedio en su comportamiento, pues llevamos 2 huracanes categoría I en la escala Saffir-Simpson: Alex y Earl, y 3 tormentas tropicales: Colin, Danielle y Gastón -esta última vigente en este momento y con muchas posibilidades de ser el tercer huracán de la temporada-.

Esta fase más intensa abarca desde la segunda quincena del mes de agosto, todo septiembre y la primera quincena del mes de octubre, y la recomendación es seguir con atención el desarrollo de estos fenómenos, no hacer caso de noticias alarmistas y amarillistas que causen confusión y pánico innecesario y, en caso de haber una amenaza real, o sea un ciclón tropical ya formado que se dirija a nuestra zona, seguir las indicaciones que emita el Sistema de Protección Civil de su localidad.

También a estas alturas ya debe estar listo el plan de contingencia familiar que rápidamente repasaremos: lo primero es checar si la casa y la zona donde habito son seguras y si la respuesta es negativa ubicar dónde se encuentra el albergue más cercano y ver cómo voy a trasladarme a ese albergue, si por mis propios medios o utilizando los transportes que enviarán las autoridades.

Si mi casa es segura, hacer la reunión familiar para repartir actividades, como son  almacenar agua, comprar víveres, asegurar tinacos, tanques de gas y objetos sueltos, poner gasolina a los vehículos, resguardar animales domésticos, revisar techos y ventanas, podar árboles, ver qué sucederá con los parientes de la tercera edad que vivan solos y ubicar cuál es la parte  más segura de la casa para pasar ahí el ciclón tropical. Recuerden: más vale prevenir que lamentar.