Intervenciones

El autor nos lleva del suspenso al horror mientras descubrimos las verdades más profundas de los personajes

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Son pocos los dramaturgos que dirigen bien sus obras, incluso son los peores enemigos de las mismas. Por eso me resultó muy grato descubrir “Intervenciones” dirigida y escrita por Hugo Wirth.

La puesta en escena se desarrolla en un pequeño y abandonado departamento en la colonia Narvarte, en el que a lo mucho caben quince espectadores.

El autor nos lleva del suspenso al horror mientras descubrimos las verdades más profundas de los personajes. Una puesta muy lograda, con una dramaturgia bien pensada y limpias actuaciones entre las que sobresale Jazmín Arizmendi. Hugo suele incomodarnos con un lenguaje soez y situaciones donde los personajes experimentan todo tipo de excesos sexuales. Con su obra

“La fe de los Cerdos” ganó el premio nacional de dramaturgia Manuel Herrera.

Sobre “Intervenciones” Hugo dice: Todo salió de un proceso de laboratorio, los actores iban proponiendo cosas de acuerdo con sus necesidades expresivas y les íbamos dando forma. Cuando ya estaba más aterrizado el contexto de los personajes empecé a relacionarlos y ahí comenzó la escritura de la obra y cuando me iba estancando los ponía a hacer interacciones específicas, y así, poco a poco, actores y autor íbamos descubriendo la trama.

Es una combinación de técnicas que aprendí de los alemanes. Ha sido complicado porque siempre hay que acotar las ideas de los actores y se complica cuando la mayoría no son actores, pero tiene otras ventajas; como el nivel de compromiso.

También me dejó la experiencia de trabajar en espacios alternativos y cuestionar los modos de producción. Esta producción la saqué con diez mil pesos sin contar el pago a creativos que cobraron una baba y que apenas les pagaré con un pequeño apoyo que me dio la UNAM.

¿A qué te refieres con cuestionar los modos de producción? A que hay libertad en cuanto a disponer con un espacio y que ese espacio contenga un concepto de puesta en escena. A veces nos azotamos por no tener apoyos y no hacemos teatro si no es con la subvención, que sin duda es importante, pero es más importante buscar que los proyectos sean autosustentables.

A veces peleamos por los mismo espacios, es preocupante que todos quieran los mismos y más que tener un diálogo con el espectador, se presenten en tal o cual foro sólo para armar
curriculum y solicitar becas.Creo que en provincia nos hace falta reflexionar en ese sentido, dejar de creer que el teatro sólo sirve para inflar el bolsillo o haceros populares y empezar a crear desde una perspectiva inteligente.

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