La apuesta de Carlos Joaquín en Seguridad

Obligado a cambiar la estrategia en Seguridad tras 100 días de su gobierno por el incesante crecimiento...

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Obligado a cambiar la estrategia en Seguridad tras 100 días de su gobierno por el incesante crecimiento de las estadísticas de ejecuciones y homicidios en la zona norte de la entidad, el gobernador Carlos Joaquín González recurrió a la medida aplicada en otros tiempos y lugares de “militarizar” la Seguridad Pública del estado, trayendo a un General del Ejército como coordinador de las corporaciones locales.

No es la primera vez que un mando de las fuerzas armadas está a cargo de la Seguridad en Quintana Roo, aunque hay que señalar que los resultados casi nunca han sido los esperados.

El caso más fresco en la memoria de los quintanarroenses es el del polémico General Carlos Bibiano Villa Castillo, autoproclamado nieto del mítico caudillo revolucionario Pancho Villa (Doroteo Arango), quien ocupó la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública en la primera mitad del sexenio recortado de Roberto Borge Angulo.

Bastaron pocos meses para ganarse el repudio de la población, pues los delitos, sobre todo los del fuero común, los que más resiente la ciudadanía, crecieron como la espuma. Para colmo, también los delitos de alto impacto se elevaron. El crimen organizado sentó sus reales sin ningún tipo de obstáculo, e incluso en el “bajo mundo” se rumoraba que el propio Villa trajo consigo a sus malandros desde Coahuila para hacer y deshacer en el estado.

A pesar de estos antecedentes poco alentadores, Carlos Joaquín decidió poner al frente en el combate a la delincuencia y en la coordinación de las policías estatal y municipales al General Eduardo Bahena Pineda, cuyo último puesto fue como titular de la Secretaría de Seguridad Pública en Aguascalientes.

A favor de la decisión del mandatario, se puede decir que Bahena Pineda entregó buenas cuentas como encargado de la Seguridad en ese estado, que se mantuvo en tonos verdes en cuanto a delitos de alto impacto en el semáforo delictivo. En secuestros, extorsiones y ejecuciones, Aguascalientes fue y es uno de los estados con menor incidencia.

Pero las condiciones de Aguascalientes y Quintana Roo son harto diferentes, ya que nuestra entidad, por su posición como líder del turismo internacional y su ubicación geográfica, es una plaza muy deseada por todas las organizaciones delictivas.

El General Bahena tendrá un verdadero desafío, empezando por la natural resistencia de los mandos policíacos, pues incluso el Secretario de Seguridad Pública, Rodolfo del Ángel Campos, deberá cuadrarse a sus órdenes.

Carlos Joaquín puso mucho en juego en este nombramiento, pues del éxito o fracaso de este militar dependerá la imagen de su gobierno en el rubro de seguridad en lo inmediato. Es una apuesta fuerte, pero de la que espera cosechar buenos resultados.

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