La corte de los entuertos

El juicio sumario, antediluviano recurso para enderezar entuertos y agravios, encuentra en las redes sociales el mejor escenario...

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El juicio sumario, antediluviano recurso para enderezar entuertos y agravios, encuentra en las redes sociales el mejor escenario para “vengar” a los desvalidos y resolver los problemas que curiosamente, tienen su origen muchos de ellos fuera del mundo virtual, y en los que sus supuestos beneficiarios carecen de acceso a la red.

En la moral, el bien decir, la tiranía de las mayorías, como deseen llamarlo, pero bajo la premisa de la “justicia”, los usuarios de Twitter y Facebook cabalgan por internet cual Quijotes, blandiendo la lanza sin ton ni son en defensa del primer caso con el que se topen, cambiando de misión conforme soplen los vientos de la moral temporal, creando tras de sí una corte de monstruos digitales cuyo pecado fue hacer lo que todos harían, pero frente a una cámara.

Lady Polanco, Lady Senadora, Lady de Las Lomas, Lady Panteones y ahora, Lady Chiles. Todas ejemplo de la prepotencia propia del común de los mexicanos, pero que tuvieron el infortunio de ser expuestas en las redes sociales, reconocido jurado parcial en una querella sin abogado defensor.

Esto no es una defensa de la prepotencia y la humillación que estos personajes hicieron en su momento, sino un llamado de atención hacia nuestro comportamiento bajo el “anonimato” de internet, pues antes de caer en la quijotada de atacarlos con “tuits”, primero debemos ver que su comportamiento no dista demasiado del que tenemos cuando las cosas no salen como deseamos. La “mordida”, el desprecio hacia los indigentes, voltear hacia otro lado ante la corrupción o la necesidad de otros, también deberían ser motivo de señalamiento, o mínimo, de reflexión antes de salir en defensa de desconocidos sólo por unirse a la indignación de las redes sociales, las mismas que un día demuestran altruismo, como banalidad al siguiente. Más allá de esto, la cuestión importante es recordar que esta corte de entuertos, sus ladies, no son casos excepcionales sino cotidianos y reflejo de nuestra conducta como sociedad que más que erradicar, promovemos al atacar con la saña propia de la justicia sumaria y que, sin darnos cuenta, nos transforma en “ladies” y “gentlemen” de igual o peor situación que ellos.

El más claro ejemplo de la ignorancia inherente a un linchamiento mediático en internet, ocurrió antier con las tiendas Zara, en Israel. La marca de ropa española retiró un diseño que “recuerda” a los uniformes que los radicales nazis impusieron a los judíos en los campos de concentración. Por más que la tienda explicó en qué consiste el diseño, los ataques en Facebook y la indignación de los “tuiteros”, no se modificó el dictamen del “jurado”, todo por una simple asociación de ideas que sin más, se convirtió en la única verdad defendida en las redes sociales. 

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