La huella digital

Los pequeños desde antes de nacer ya tienen huella digital en la Red, a veces ni pasan por la etapa de ser televidentes.

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“El obstáculo, entre usar o no el internet como instrumento de conocimiento es que el niño de tres o cuatro años se inicia con la televisión. Por tanto, cuando llega a internet su interés cognoscitivo no está sensibilizado para la abstracción […].

Es verdad la cibernática permite el ‘crecimiento’  de una inteligencia  articulada y difundida. Pero también permite el crecimiento de una difundida estupidez  instalada en un magma indiferenciado. Las posibilidades son numerosas. Entre el permitir  y actuar está de por medio el mar”, auguraba Giovanni Sartori, en su libro Homo videns desde 1997, con un tono quizá alarmista.

Hoy esta idea es una realidad, pero no al cien por ciento, el académico no contaba con los alcances que ha logrado el Internet, al ser un recurso casi de primera necesidad en los hogares y en la vida de la mayoría de las personas. 

Los pequeños desde antes de nacer ya tienen huella digital en la Red, a veces ni pasan por la etapa de ser televidentes, sino saltan directo al uso de los dispositivos electrónicos con acceso a infinita información. En este sentido la sensibilización para la abstracción es cada vez menor y una opción viable es la alfabetización en la imagen y uso de tecnologías, tanto los menores nativos de la era digital como adultos migrantes, para que éstos recursos trabajen a nuestro favor y no en contra de nuestro desarrollo integral.

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