Los italianos podrían pasar horas discutiendo cuáles son los mejores ingredientes de la pizza: la masa, la salsa, la mozzarella de búfala o burrata; pero en lo que muchos coinciden con cierto humor negro es en que la mafia y la pizza son las mayores aportaciones de su país para el mundo.

El término mafia ahora lo utilizamos como un genérico, pero en realidad se refiere a la organización siciliana nacida en el sur de Italia, mejor conocida como La Camorra. Es una de las más sanguinarias del mundo y se dedica a la piratería, al contrabando, al soborno, y por supuesto a la muerte.
Roberto Saviano  escribe en 2006 una novela acerca de esta organización, una mezcla de investigación periodística, hechos verídicos y relatos autobiográficos. La historia de “Gomorra”  desentraña y deja al descubierto lo bien organizados que se encuentran, se mencionan los nombres reales de las familias involucradas, incluso, su vinculación con el gobierno de ese país. Además del escándalo, su literatura le ha valido la condena a muerte por parte de los criminales. Como hicieran los musulmanes con Salman Rushdie a finales de los ochentas por sus Versos Satánicos.

Un hombre, que lo único que tiene para defenderse es su pluma, hoy carga con una condena a muerte por haber ejercido su derecho universal a la libertad de expresión. Lleva más de seis años viviendo escoltado y escondido las 24 horas, en su agenda del día no se podría incluir salir a hacer ejercicio al aire libre o tomar una cerveza con los amigos en el bar. Apenas pasa de los 30 años y ha vendido millones de ejemplares en todo el mundo, acumulando una fortuna impresionante aun cuando el precio que ha tenido que pagar es muy alto.

Como comunicóloga, escribir sobre él es tal vez una manera de decir que para mí es un héroe. Soy el equivalente a una fiel fan seguidora del artista del momento, soy una grupie de su literatura y de su historia. Lo sigo y le envío mensajes a través de redes sociales,  deseando que mis palabras lleguen lejos, para que sigan existiendo periodistas y escritores fieles a su verdad.