Lactancia materna

El desgaste calórico de 15 minutos de lactancia es equivalente a casi 45 minutos de ejercicio aeróbico y además es más barato al no comprar, medir y preparar leche artificial.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El acto más generoso que puede tener una mujer hacia sus hijos es la lactancia materna exclusiva, es un acto que fomenta el apego, la comunicación y el fortalecimiento del vínculo madre e hijo; que a su vez les permite a los bebés conocer su voz, su olor, sus miradas y hasta sus latidos cardiacos. 

Aunque es un acto natural y se ha llevado al cabo durante generaciones, en los últimos años ha ido en descenso. Las razones son muchas: la mercadotecnia de las fórmulas lácteas, la vida tan acelerada de las mujeres y sus parejas, e incluso las personas que a su alrededor les dicen a los nuevos padres que eviten la lactancia materna.

Sin embargo, hay un sinfín de razones por las cuales evitar la lactancia materna exclusiva no es lo más adecuado ni para la madre ni para el neonato, ya que, cuando éste toma el pecho de su madre, ella segrega prolactina y oxitocina, las cuales le permiten a ella producir más leche, sentir mayor apego y amor al hijo y evitar la depresión postparto. 

De igual manera disminuyen notablemente las posibilidades de que la madre desarrolle cáncer de mama, que a su vez está relacionado con la duración del periodo de lactancia; es por eso que la lactancia materna exclusiva debe durar un mínimo de 6 meses y puede prolongarse hasta tres años, siendo la madre y el hijo o hija quienes deben decidir cuándo suspenderla.

Un extra para las madres es que el desgaste calórico de 15 minutos de lactancia es equivalente a casi 45 minutos de ejercicio aeróbico y además es más barato al no comprar, medir y preparar leche artificial.

Sí, la lactancia tiene múltiples beneficios para la madre, pero son mucho mayores para los bebés, ya que el desarrollo cognitivo de los lactantes es más acelerado, de igual manera el sistema inmune se mantiene fortalecido mientras la lactancia continúa activa. Los niños amamantados son generalmente más delgados y se ha observado que es un factor protector de la obesidad; de nuevo, a mayor duración de la lactancia, menor riesgo de obesidad y sobrepeso. 

Los bebés alimentados con leche materna también sufren menos alergias a alimentos, factores ambientales y de la piel, principalmente por dos razones:  el bebé está expuesto a menos alérgenos en los primeros meses de vida, que es la etapa más susceptible, y la cubierta protectora que ofrece el calostro evita que potenciales alérgenos penetren el sistema del bebé.

La próxima semana será la Semana Mundial de la Lactancia Materna y se desarrollará una gran cantidad de actividades en torno a este acto, una de las más importantes, en Mérida, la mañana del 6 de agosto en la Plaza Grande será la “Gran Lactada”, un evento totalmente familiar; en torno a esta semana, al final de mes tendremos el primer congreso de lactancia materna dirigido a todo el personal de salud, quienes debemos ser los primeros en promover este estilo de vida saludable.

Lo más leído

skeleton





skeleton