Las matracas de Emiliano Ramos

El diputado local perredista Emiliano Ramos Hernández peca de obvio al accionar la matraca...

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El diputado local perredista Emiliano Ramos Hernández peca de obvio al accionar la matraca en eventos rimbombantes para inflar la imagen de su pareja Paola Elizabeth Moreno Córdova, quien según se desempeña como Subsecretaria de Vinculación Política y Social en la Secretaría de Gobierno, donde abundan los cargos de relleno.

Emiliano quiere impulsar la carrera política de Paola Moreno con recursos infantiles que son detectados a leguas, porque la exageración en las porras es política barata que no impresiona a los altos mandos de la política, sobre todo cuando Paola Moreno tiene un cargo decorativo por obra del diputado perredista que integra la Gran Comisión.

A mediados de mayo de 2012, Paola Moreno asumió la dirección de la Operadora y Administradora de Bienes Municipales (Opabiem) en Cancún, gobernado por el alcalde perredista Julián Ricalde Magaña. Paola era novia de Emiliano Ramos…

La jugarreta del diputado perredista es vulgar y tan evidente, porque no se mide al impulsar con todo el descaro una carrera que depende de la capacidad de Paola Moreno, quien tiene que responder con resultados en una Subsecretaría perdida hasta hoy en el anonimato, como otras en la Secretaría de Gobierno certeramente encabezada por el ex panista Francisco López Mena.

Juguete caro para los diputados

Nuestros abnegados diputados locales encargaron juguete nuevo y carísimo, obviamente sin licitación: el Sistema de Asistencia Legislativa y Votación Electrónica, según para transparentar y agilizar el proceso legislativo que está en deuda con todo Quintana Roo, excluyendo a los priistas locos de contento que no han sido alcanzados por las garras justicieras.

Hablan de un costo de 4.2 millones de pesos, pero de entrada es inmoral un despilfarro de esta naturaleza con las condiciones paupérrimas del erario y bolsillos vacíos en tantas familias.

Mientras el pueblo saca agua del pozo y se baña a jicarazos, nuestros deficientes “legisladores” reposan en el jacuzzi, atendidos por masajistas que les untan aceites relajantes.

Injustificable un sistema de votación electrónica con tan sólo 25 diputados, aunque debemos tomar en cuenta la ausencia de un puñado en cada sesión. Vaya forma de desperdiciar un dinero tan escaso que reclaman en áreas sedientas.

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