Libre de cafres

El FUTV y algunas agrupaciones de taxistas hicieron su berrinchito y desde la madrugada del martes y hasta pasado el mediodía las unidades no prestaron servicio.

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Será el sereno u lo que haya sido, pero la neta de todas las netas es que Mérida lució espectacularmente despejada de varias “razas” de vehículos, de esos que trasladan pasajeros a cambio de una lanita o, como dirían por las zonas más populares, “vender sus favores como una meretriz” (en mi pueblo se le dice de una forma ligeramente más grotesca; ustedes, amables lectores, ya deben imaginarla). ¿Y a qué se debió ese milagro prácticamente inesperado? Pues…

Resulta que el Frente Unico de Trabajadores del Volante (FUTV) y algunas agrupaciones de taxistas “satélites” (algo así como el PRI con su sirviente, el Verde Ecologista; y el PRD con sus peones del Partido del Trabajo y de Movimiento Ciudadano) hicieron su berrinchito y desde la madrugada del martes y hasta pasado el mediodía las unidades no prestaron servicio alguno.

El objetivo fue protestar por el funcionamiento de las empresas de servicio de taxis por plataforma digital, en concreto, la tan polémica Uber.

Por supuesto que hubo afectación para cientos o miles de usuarios, pero, realmente, al menos en Mérida no se sintió ese padecimiento y, por el contrario, las calles del Centro de la capital yucateca y numerosas zonas se vieron beneficiadas con la “limpieza” de carros y hasta combis, principalmente del FUTV. También se le puede añadir que el resto de los conductores y los peatones vivieron horas de gloria porque no estuvieron a expensas de las groserías y la brutalidad de los chafiretes de esa agrupación identificada con el PRI y sus gobiernos en turno. Por unas buenas horas, muchos se salvaron de las mentadas de madre y de los atropellamientos de tan finas personas.

De todas maneras, tal vez conscientes de lo que sucedería, los meridanos tomaron sus precauciones y se las arreglaron para llegar a tiempo a sus respectivos trabajos o menesteres. Finalmente, el impacto que creyó Billy Fernández, el dirigente del FUTV, provocaría entre la sociedad no fue tal. Sólo parcialmente se cumplió el objetivo de los anti-Uber.

PRIMERA CAIDA.- Uber y otras agrupaciones de plataforma tecnológica quisieron aprovechar el momento y lanzaron atractivas promociones como, por ejemplo, dos viajes gratuitos. Uber mostró el cobre: aplicó tarifas elevadas.

SEGUNDA CAIDA.- El Frente Unico, en vez de ganar simpatías, generó mayores rechazos del pueblo.

TERCERA CAIDA.- Lo mejor: la tranquilidad de Mérida. ¡Que vengan otros paros de taxistas!

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