Libros para niños y jóvenes, ¿o para todos?

En la Ciudad de México se lleva a cabo el Congreso Iberoamericano (CILELIJ, ED. SM) y la Feria del libro (FILIJ).

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Los libros de literatura infantil y juvenil (LIJ) cada día se apropian de más anaqueles en las librerías y las bibliotecas, su afortunada proliferación en las últimas décadas convoca también a la realización de eventos donde la LIJ es la protagonista.

Así lo es, en estos días en el Congreso Iberoamericano (CILELIJ, ED. SM) y la Feria del libro (FILIJ) que se llevan a cabo en la Ciudad de México y donde se invita a reflexionar sobre el papel que ésta desarrolla desde lo testimonial, lo fantástico y lo simbólico.

La pregunta que se queda siempre flotando en el aire es si debe nombrársele con esa categoría o si simplemente es literatura.

Lo cierto es que la producción de textos dirigidos a este público lector se ha incrementado vertiginosamente convirtiéndose en un océano de posibilidades lectoras en el que vale mucho la pena sumergirse; la LIJ no es la “hermana menor” de la literatura, es ella misma; los adultos temerosos solemos, en ocasiones, prejuiciados, pasarla por alto; grave error porque ofrece una alternativa literaria de calidad y sujeta no sólo al goce estético sino también susceptible y necesitada de ser comentada y analizada.

De las muchas reflexiones que surgieron en estos foros, me parece la más importante el que concebir a la LIJ como textos que sólo hablan de dragones, princesas y mundos mágicos es cosa del pasado; en Europa, pero también en Latinoamérica, los escritores están develando temas sociales que forman parte de la realidad mundial: migración, racismo, dictaduras, conflictos armados, discriminación, sólo por mencionar algunos, y esto se debe a que ya ha dejado de considerarse que los niños y jóvenes deben estar al margen de estos temas que son parte de su vida cotidiana y de los cuales ellos,  también, tienen mucho que decir.

Aún nos faltan tantas páginas por andar, pensé,  mientras recorría la FILIJ acompañada de un amigo y excelente ilustrador, Luis David Canul “El pájaro Toj”, quien me mostró dos grandes mundos: el de la palabra y el de la imagen, ninguno ajeno a los adultos a quienes tanta falta nos hace recordar que si volvemos a la infancia, aunque sea a través de los libros, nuestros ojos volverán a mirar el mundo un poquito con la ingenuidad y otro poquito con la esperanza que en algún momento de nuestro camino hemos dejado olvidadas.

He podido andar algunas páginas de la LIJ gracias a unas personas que creen y confían en lo mucho que podemos lograr a través de la lectura y en que enfocar la mirada en los jóvenes es construir nuestro propio futuro.

Lo más leído

skeleton





skeleton