Los que faltaron, Presidente

A la reunión con Peña Nieto hubieran invitado a soldados y marinos que representan a las fuerzas armadas, en lugar de los atletas becados.

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Me hubiese gustado que en la reunión post-informe del 1 de septiembre con el presidente Enrique Peña Nieto hubieran sido invitados soldados y marinos que representan a las fuerzas armadas, en lugar (o además) de los atletas becados por la Marina y el Ejército, como el sargento segundo de Educación Física y Deportes Rommel Pacheco, la cabo auxiliar de Educación Física María del Rosario Espinoza o la teniente de corbeta Guadalupe González.

Me parece que el comandante supremo de las Fuerzas Armadas perdió así una gran oportunidad de hacerse acompañar de jóvenes militares que día a día se sacrifican, desde sus respectivas trincheras, por salvaguardar la integridad de la patria y brindar seguridad a los mexicanos, en ocasiones lejos de sus familias. 

Hubiera sido interesante escuchar qué le preguntarían, por ejemplo, un soldado herido en la línea de fuego combatiendo en alguna ciudad del norte a la delincuencia organizada; el marino que cada dos o tres meses regresa a casa tras navegar en algún buque vigilando las costas; la viuda joven con dos hijos y que sólo alcanzó una exigua pensión por la muerte de su esposo en actos del servicio. Y lo mismo aplica para los policías federales, estatales y municipales.

Pero no sólo ellos faltaron, también mujeres y hombres de la tercera edad que, como los jóvenes, tienen muchas preguntas que hacerle al jefe de la nación, seguramente incómodas o no tan selectivas como las que se le plantearon en esa cita.

No escatimamos los méritos de los deportistas militares. Entendemos que su compromiso es hablar bien de las Fuerzas Armadas, portar el uniforme y presentarse en actos públicos en que sean requeridos, sin importar que carezcan de una formación militar. Siento, además, que han sido suficientemente reconocidos, de ahí que no fueran “elegidos” en la tómbola para cuestionar al mandatario. Fueron invitados para, como se dice en el argot militar, “hacer acto de presencia”, nada más. Y así... pues no vale.

Anexo "1"

Banderas de cabeza

El pasado jueves 2 de septiembre se difundió en redes sociales que en varias ciudades del país se había izado la bandera nacional al revés (el escudo de cabeza). Este hecho solo se confirmó en Colima, donde autoridades militares dijeron que fue un “error humano”, porque a las 6:00 horas aún estaba oscuro y los soldados no se percataron cómo izaron el pabellón. En Aguascalientes, la Dirección de Acción Cívica del Gobierno informó que la bandera se izó al revés por falta de pericia de los cadetes del Instituto Estatal de Seguridad Pública.

Como sea, la Secretaría de la Defensa Nacional indaga quiénes son los responsables del izamiento de bandera de esa forma y advirtió que, de ser soldados, serían arrestados.

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