Nuevetrusas

El reciente libro de Rigel Solís Rodríguez impreso en Barcelona por Ediciones Oblicuas, fue presentado el sábado en el Centro Cultural La Caverna. Se perfila como un escritor cáustico y profundamente crítico.

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Leo, con entusiasmo, Nuevetrusas, reciente libro de Rigel Solís Rodríguez impreso en Barcelona por Ediciones Oblicuas, presentado el sábado en el Centro Cultural La Caverna, que sigue a la publicación de Cuentos de Sexo, Drogas y Rock and Roll y Debrayes Culturosos del Kaskep, crónica de la vida cultural a pelo de la contracultura, en los que se perfila un escritor cáustico y profundamente crítico. 

Es inevitable dejar que el mismo Rigel se presente: “Yucateco que algunas veces quisiera ser chilango y otras de plano finlandés. Escritor oportunista, sin oficio ni formación. Fotógrafo mediocre y frustrado. Punk reprimido, metalero gótico de corazón y póser pretensioso. Ingeniero industrial, archivista de sueños rurales y mercenario de proyectos incorrectos. Jedi master, berserker, politeísta, Grouchomarxista y Lennonista. Wagneriano, Beatlémano y Americanista. Quijotesco, Shakespeareano y Bunburysta. Halagador de arte, tábano ponzoñoso y hierba que da comezón”.

Salvo algunos terminajos “underground”, el resto no requiere aclaración, pero sí insistir en la carga tremendamente crítica de la autoparodia y acaso en esa referencia velada a su quehacer en proyectos redentores de los marginados habitantes del “ruro”, que subraya lo mal que muchas veces se hacen las cosas en México. Y a lo de “Americanista”, que se debe lamentablemente al  equipo de futbol -aunque el personaje de su nuevo libro “sabe que sólo culeros le van al América”- y no a los especialistas en temas del Nuevo Mundo.

En Nuevetrusas, la pluma de Rigel Solís se asienta con dominio; una minuciosa escritura que da soporte al lenguaje coloquial y a veces sicalíptico, que logra “meternos” en los personajes de manera natural y auténtica. El ojo crítico del narrador y las expresiones de su alter ego, el Nuevetrusas, nos dejan claro que estamos ante un escritor capaz de hacer creíble lo inverosímil.

La lectura es gozosa, aunque rebasará a más de uno, sobre todo a quienes han logrado adormecer más de la cuenta los rescoldos de su oculta alma patana en la que abrigamos nuestro sentido de la rebelión y lo ponemos a salvo de los comportamientos “políticamente correctos”.

Todo ocurre casualmente en Yucatán, bajo una feliz estratagema literaria: una historia dentro de la historia. Nuevetrusas, licenciado en administración que en una oficina de gobierno “hace trabajo intelectual y es muy metódico y en ocasiones tan siniestro que mastica sus ideas mientras anola una Tutsi Chupa Pop sin mascarla para nada”, salvado de toda cursilería por un resentimiento a veces hilarante, recorre lugares y consume café, rumiando el amor perdido y el inalcanzable y distrayéndose concupiscente, mientras lee un libro de cuentos de un tal Kepsson Solovisnki.

Rigel viajará el próximo diciembre a Barcelona para la presentación del libro, que puede obtenerse, por el momento, en Amazon y en el sitio de la editorial. Esperamos que pueda estar pronto en los anaqueles de Mérida, tanto para “culturosos” como para los que no lo son.

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