Pasos en al azotea

El combate a la corrupción y el castigo a quienes la hubiesen practicado durante la pasada administración estatal fueron banderas principalísimas que Carlos Joaquín González...

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El combate a la corrupción y el castigo a quienes la hubiesen practicado durante la pasada administración estatal fueron banderas principalísimas que Carlos Joaquín González esgrimió durante su trayecto a la gubernatura. La gente, especialmente en Chetumal, percibía un enorme contraste entre la glamorosa vida de muchos altos burócratas y la pobreza de la mayoría de la población, agudizada por dos severos recortes a la plantilla burocrática estatal en sendas acciones de “reingeniería”, que por supuesto dejó intactos ingresos y privilegios de los encumbrados.

Hay que decir que la XV Legislatura que preside Eduardo Martínez Arcila, matando y salando se abocó de inmediato a combatir el famoso “paquete de impunidad” que impulsó al minuto para las 12 Roberto Borge Angulo. Ni nombramientos a modo ni reformas favorables al lavado de manos sobrevivirían. Los diputados, en una mayoría conformada por los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática, con la suma espontánea de otros grupos, no permitirán que quienes hubieran cometido actos ilícitos, de corrupción, queden impunes por tecnicismos legales. 

La semana pasada el acomodaticio Poder Judicial que siempre bailó al ritmo del pandero que Borge movía quedó acotado para que no se convierta en barrera para la impartición de justicia, y su locuaz y dispendioso presidente, el amante de los reflectores, Fidel Villanueva Rivero, quien año con año agotó su voluminoso presupuesto en actos y obras faraónicas y se veía eternizado en el puesto, ya se apresta a hacer maletas y seguramente a esconderse… no vaya a ser la de malas.

Sin embargo, de las corruptelas, desvío de recursos y actos fuera de la ley cometidos por funcionarios del Poder Ejecutivo hasta hace poco sólo se conocían las expresiones en los medios y las redes sociales de los muchos enemigos que Borge se granjeó. Sólo un ambiente enrarecido, pero a nadie se le puede hacer pagar por clamor popular. Sin embargo, recién, eso está cambiando, pues a las conductas corruptas e ilegales la nueva administración ya les está poniendo nombres y apellidos.

El periódico Reforma publicó el domingo una nota en la que habla de un desvío de recursos muy concretos, acaso la punta del iceberg de una ingente maquinaria corrupta que se habría servido durante cinco años y medio con la cuchara grande.

Es el secretario de Finanzas y Planeación quien dio a conocer que varios millones de pesos retenidos a trabajadores del sector público por concepto de pagos a terceros se esfumaron como por arte de magia: el dinero le fue descontado a los burócratas pero jamás llegó a su destino ni obra en las cuentas de la Sefiplan.

Vale la pena citar la nota en comento, que es de la autoría del corresponsal del periódico capitalino, Pedro Diego Tzuc:
“El Gobierno de Roberto Borge no reportó alrededor de 600 millones de pesos por concepto de retenciones a los empleados públicos, informó Juan Vergara (Fernández), titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) del Gobierno de Quintana Roo.
“Refirió que sólo el sindicato del Colegio de Bachilleres reclama incumplimientos por 158 millones de pesos que corresponden a Consar, Fovissste, ISSSTE, ISR y seguros de vida.

“Detalló que el desvío de cuotas de seguridad social, descontadas de nómina, ha provocado que los trabajadores de diversas dependencias enfrenten procedimientos administrativos.
Estamos haciendo todas las auditorías, pero es el estimado que consideramos. Hemos detectado que fue una práctica recurrente no pagar las retenciones de terceros”.

“Con el sindicato de trabajadores del Colegio de Bachilleres, explicó, la Sefiplan logró un acuerdo para cubrir las retenciones para el SAR y las cuotas sindicales”.

Hay que decir que Reforma siempre fue muy hostil a Roberto Borge, que sus editoriales -especialmente el institucional Templo Mayor, de Fray Bartolomé- atacaban al ex mandatario y con frecuencia lo acusaban de corrupto, pero ahora se habla de situaciones muy concretas y de pesos contantes y sonantes.

A Borge, ahora sí, le suenan pasos en la azotea.

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