Quintana Roo se inserta a la vanguardia entre las entidades que abrieron horizontes de libertad electoral con el paso a las candidaturas independientes, por lo que el sistema de libertades públicas no fue producto de la casualidad, ni en lo absoluto actitudes de componendas con fines electorales a favor del partido en el poder, sino que coloca por delante el interés de los ciudadanos.

 

Para los próximos candidatos dependerá del compromiso, de la confianza, de la disposición y de la voluntad de asumir el desafío electoral que implica votar por ellos cuando disponga el organismo electoral en las elecciones previstas el año que se avecina, que serán para el cambio de alcaldes y diputados.

 

Se exige en las candidaturas en ciernes una estrategia clara respecto a la realidad que se enfrenta en cada región del estado, por lo que en los prolegómenos a esa contienda  intermedia ya se pueden poner en foco de atención figuras y nombres que se vislumbran.

 

Con las causas de los partidos políticos retomarán las candidaturas su lugar de privilegio, y son un reto para quienes aspiren a liderar la transición de 2013 en el estado, el de interpretar esas causas y traducirlas hacia la gente, ahora concediéndoles candidaturas independientes a los ciudadanos.

 

Algunos candidatos serán incluidos por las dirigencias partidistas por su profundización ideológica, otros distintos a las banderías como los candidatos independientes y, además, los de silencio con su ausencia. 

 

Se avizoran en las apostillas de prensa e internet y radio bemba, a un cúmulo de personajes que están activos en la política, función pública, iniciativa privada y liderazgos sociales, porque ya no se tratará de una pugna de precampaña en la que el marketing político genera frutos, sino de un trabajo arduo de hechos reales, con eso que es capaz de romper paradigmas para el auténtico conducir del progreso de la entidad.

El autodestape del empresario chetumaleño Víctor Zapata Vales para una candidatura ciudadana al sillón del bailío othonense es una señal en el avance democrático hacia las elecciones.

 

También con premoniciones hacia ese objetivo está la pronunciación de líderes sociales y populares para instar en la candidatura a una diputación local al optometrista Jacobo Hadad Vargas.

 

Esto lo complementan con la experiencia, vocación de servicio, atención para el bienestar y la salud, otorgando medicinas y lentes, con lo que ha demostrado en las brigadas altruistas a lo largo y ancho del municipio Othón P. Blanco y del estado.

 

Además, lo asocian en compás de espera y que sea emanado de la alfaguara tricolor por su carrera partidista con institucionalidad demostrada, y porque el recorrer en el tiempo pasado se ha quedado otras veces en el tintero. 

 

Quizás algunos entiendan como una afrenta a su orgullo no ser mencionados, o a su dignidad después de haberse dejado ver como posibles, y marcará con prístina claridad lo que pueda ocurrir en los próximos meses, entre otras cosas, porque los aspirantes políticos mantendrán su lucha.

 

Las próximas candidaturas serán seleccionadas por pensamiento, palabra y obra, antes propias de los partidos y, ahora, con otros ciudadanos, quizá para frenar los ímpetus partidistas, quizá para impulsar el cambio y la futura oportunidad de servir a Quintana Roo. 

 

También los partidos de oposición han reetiquetado a sus posibles candidatos impregnados de protagonismo, para salir bajo reflectores con factores de desestabilización y conflicto permanentes, hasta en los términos de acudir ante la SCJN a impugnar de inconstitucionalidad las candidaturas independientes avaladas en el Congreso local.

 

Los de la tolda opositora necesitarán verdaderas lumbreras en la medida antagónica que invariablemente han adoptado, por lo que si siguen así, al final lograrán su extenuación electoral.