Una vez elegido Peña Nieto y luego de tomar posesión el 1 de diciembre de este 2012, se comenzó a vislumbrar un mensaje esperanzador ahora con su liderazgo constitucional. Comenzaron a llegar los invitados, entre ellos, los quintanarroenses que habían interactuado con el ahora Presidente.

 

En Quintana Roo a través de los años de vida constitucional como entidad integrada a la federación, con la fuerza del PRI han llegado a ocupar la gubernatura del Estado con ese partido que ha estado representado por políticos quintanarroenses y con lo que uno a uno ha contribuido al desarrollo de la entidad.

 

Habría que recordar la experiencia del PRI en la silla Presidencial. Durante muchos años se le tuvo como líder fuerte. El país fue testigo durante décadas de cómo las multitudes llegaron a apoyarlo y, ahora, luego de dos sexenios panistas lo hicieron, con Peña Nieto llegó el PRI a Los Pinos nuevamente.

 

Al lado con premonitorias visiones de los notables de la política del estadio local, se encuentran los quintanarroenses que tienen éxito junto con el nuevo Presidente de México, los hermanos Joaquín, Pedro y Carlos, el gobernador de Quintana Roo y compañero de partido, Roberto Borge Angulo, aunándosele con el trabajo legislativo en el Senado, Félix González Canto.

 

A los quintanarroenses se les puede construir una formulación que parece un destino. Invariablemente se encontrarán signos de su esclarecido futuro desde el primer día de la unción de Peña Nieto al sillón de Palacio Nacional. 

 

En Quintana Roo se puede tener cabal idea de lo que será el Estado con Peña Nieto, con sus grandes potencialidades futuras, al apreciar lo que es la entidad y su gente, lo que significa y representa en la vida nacional.

 

Al revisar el anecdotario político, lo que queda es una visión existencial que comunica a las personas en mención en su condición de líderes de Quintana Roo. Con la capacidad de entusiasmar con su cercanía al Presidente, y lo que brota la certeza porque son del mismo partido.

 

En la experiencia periodística se puede advertir lo que antes y después de la asunción Presidencial aparecen quintanarroenses junto al ahora mandatario de la nación, por lo que efectivamente se consagra que Quintana Roo estará más cercano al Presidente. 

 

Todos los priistas han celebrado el acontecimiento histórico. Ha comenzado a ocurrir una nueva era del PRI. Frente a las ideas del liderazgo con una sustancia accesible como destino, en donde se da una concepción afectiva hacia los quintanarroenses, así como capacidad de los acuerdos para el desarrollo del Estado con objetivos precisos y con la participación de los representantes quintanarroenses de manera entusiasta en su consecución.

 

Las movilizaciones que cambiaron las condiciones electorales, con las que se contribuyó en la entidad por la victoria Presidencial, los éxitos en las posiciones de los parlamentarios, el Estado con un gobierno priista, es lo fundamental para abrir un nuevo horizonte ahora en la caracterización adecuada del nuevo régimen nacional, por lo que se da la certeza que el Presidente, Enrique Peña Nieto, responderá por el bienestar de la gente quintanarroense y contribuirá al desarrollo del estado de Quintana Roo.

 

Es alentador que el plan de 5 acuerdos esenciales sobre los que se trabajará en el próximo proyecto de la nación mexicana, los cuales son: transformar a México en una sociedad de derechos; fomentar el crecimiento económico, empleo y competitividad; garantizar seguridad y justicia; impulsar la transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción.

 

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