Para fortalecer nuestras defensas y retrasar nuestro reloj del envejecimiento, está comprobado que debemos:

-Mantener buenas relaciones familiares y sociales, siendo amigueros y conversadores, así conservaremos más fuertes y elevadas nuestras defensas.

-Ser tolerantes con todas las personas y en todas las circunstancias de la vida; eso determina de manera positiva nuestros pensamientos y emociones, nuestros sentimientos y estados de ánimo y ayuda a adoptar reacciones equilibradas ante los diversos sucesos de la vida diaria elevando nuestra sensación de bienestar.  

-Tener buenos sentimientos y buenos comportamientos, en condiciones normales, pues generan menos estrés, lo que ayuda a mantener sano nuestro sistema inmunológico.

Existen abrumadoras pruebas de que personas de 45 ó más que llevan una dieta baja en calorías, rica en vitaminas y proteínas; habituadas a una vida activa y con buena rutina de ejercicio físico diario; que duermen bien y toman agua suficiente, mantienen más fuerte y funcional su sistema de defensa y logran retrasar su reloj del envejecimiento y se enferman menos, aportando más años y calidad a su vida diaria.

Jovencitos, en esta maravillosa experiencia de “envejecer”, con buenos hábitos, buenos sentimientos y buenos comportamientos, haremos del tiempo nuestro mejor aliado.