La rostizadera

Decenas de personas ya sufrieron 'golpes de calor' que ya mero los mandan a saludar a Pedro Infante. Abusados allá, en la Secretaría de Salud.

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La mera verdad, con los calorones existentes en Mérida y en todo Yucatán, en general, es de pensar que las autoridades gubernamentales y municipales deberían implementar acciones concretas más importantes que sólo las clásicas recomendaciones como: “beba mucha agua”, “cuídese de los rayos ultravioleta”, “no se exponga mucho tiempo al sol” y cosas por el estilo.

En efecto, las recomendaciones de los expertos siempre serán válidas, pero es momento de tomar acciones que impacten a la población. Tampoco se trata de que regalen helados del Colón o, a cambio de potenciales votos para 2018, alguna dependencia obsequie tarjetas de descuento para comprar cervezas bien frías que son casi benditas en estas temporadas cuando el calor extremo rebasa los 40 grados Celsius y hace que todos suden hasta por debajo de las “petacas”.

Pero nada malo sería que el Gobierno del Estado, el Ayuntamiento de Mérida y las otras 105 comunas pongan en práctica algunos remedios caseros que, por lo menos, harían menos agobiante este bochornoso ciclo de la naturaleza.

De entrada que el Ayuntamiento de don Mauricio Vila eche a andar los balnearios terrestres que en anteriores gestiones municipales funcionaron, principalmente en el sur de la capital yucateca, allá en la llamada “otra Mérida”, donde no todos son tan afortunados de disponer de albercas en sus domicilios particulares.

Cuando las albercas o piscinas públicas funcionaron, miles de personas, principalmente chavillos y adolescentes, concurrían a dichos sitios para refrescarse el “bobox” y, además, pasar un rato agradable con la familia, pues, además, la gente llevaba sus alimentos, bebidas (claro, “aguas fuertes” no) y hasta música. Buen cotorreo, sano y refrescante. ¿Qué sucedió con este servicio?, vaya usted a saber, amable lector, pero no estaría mal reincorporarlo cuando las temperaturas escalen grados prohibitivos que comienzan a generar alucinaciones, tales como “López Obrador para presidente” y “los 43 (estudiantes de Ayotzinapa) todavía están vivos y secuestrados por el mal gobierno”. Cosas por el estilo pueden causar en nuestros rostizados cerebros los inclementes rayos solares.

Pero el gobierno estatal puede hacer su parte. Y para ello ordenar que la Secretaría de Salud se ocupe de distribuir de manera gratuita bloqueadores solares y bebidas hidratantes que, quizá, puedan ser elaboradas en la planta del DIF que, por años, sólo ha producido jugos “sabor agua pintada” que muy poco han beneficiado a los cristianos que los ingieren (porque no les queda de otra).

PRIMERA CAIDA.- Poco se ha comentado pero, la verdad es que decenas de personas ya sufrieron “golpes de calor” que ya mero los mandan a saludar a Pedro Infante. Abusados allá, en la Secretaría de Salud.

SEGUNDA CAIDA.- Urge que las autoridades de los tres niveles de gobierno siembren más áreas verdes. En Mérida y en los municipios, los árboles son talados sin misericordia.

TERCERA CAIDA.- En el último de los casos, ¡que regalen un poco de talco!

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