Salud, riqueza contra el 'poderoso'

El dinero debe ser facilitador para alcanzar un fin, como convertir sus ideas en salud, pero nunca un fin mismo.

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Sentado en mi sillón favorito, con música relajante, recordaba pasajes de la semana, que me han llenado de satisfacción. Sentí nuevamente la sana riqueza del ser humano.

Cual mozalbete, la adrenalina circulaba aún por mis arterias, por evento de “lactancia materna”, cuyo combustible fue la dinámica e incansable actitud de tres doctoras pediatras, cuyas ideas en cascada estimularon cada fibra nerviosa, que retaron mi cerebro y músculos, y armar en tan sólo 6 horas el conocido programa de TV, Salud y Bienestar. El tema versó sobre esa fuente natural, sana, inagotable y dadora de vida, exclusiva de la mujer. Bien valió la pena no dormir, y satisfacer expectativas de las tres luchadoras sociales. 

Las actividades llevadas al cabo en hospital emblemático del IMSS, la T-1, fueron éxito rotundo. Colofón histórico: inauguración de su primer lactario.

De forma concomitante atrajeron mi mente comentarios del científico Stephen Hawking, británico gravemente discapacitado, que en algún momento redefinió la riqueza, desde su particular punto de vista. ¿Importa el dinero?, ¿nos sigue haciendo ricos la riqueza?, obligándonos a reflexionar y replantear disyuntiva cotidiana, que nos llevan al “brexit”, como la “envidia y aislacionismo”, tan comunes de esta época, derivados de golpes repetidos a la economía del mexicano.

El Dr. Hawking nos  destaca cómo el dinero  le ha permitido alcanzar el éxito, a través de ayuda a niños, que allende su enfermedad lo mantienen vivo. Continúa diciendo que su relación con el dinero es diferente a la mayoría, ya que, como persona discapacitada, poder pagar para cuidarse ha sido crucial, mas no tener cosas materiales. ¿De qué me sirve tener un Ferrari o un caballo de fina cepa?

El dinero debe ser facilitador para alcanzar un fin, como convertir sus ideas en  salud, pero nunca un fin mismo. Poder, dinero, terrenos, casas y un sinfín de cosas materiales, huecas, egoístas y sin sentido para el colectivo. Cambio climático, extinción de alimentos, explotación de trabajadores, contubernios grotescos, maquillaje de cifras para encubrir oscuros caminos en la administración de recursos, que derivan en falta de bienes para atender a quien menos tiene. ¡Qué cosa!

Por todo ello, siento que cada día soy más afortunado, y no por lo que poseo sino por lo que disfruto a través de la satisfacción de los demás. Si en realidad deseamos sobrevivir, deberemos compartir esa visión y realizar un esfuerzo cooperativo, respecto a la riqueza y posesiones, de lo que es mío y tuyo. En tus manos está evitar el triunfo del “brexit”, que ahorca, separa y enferma a la humanidad.

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