Turismo deportivo, una “mina de oro”

Diversificar la oferta turística es todo un reto. En Quintana Roo...

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Diversificar la oferta turística es todo un reto. En Quintana Roo, tierra generosa y con oportunidades, es parte de una obligación asumida hace tiempo ya por autoridades, empresarios y turisteros, motivados por clientes mejor informados y cuyos comportamientos son cada vez más alejados del concepto tradicional de “sol y playa”.

Las actividades deportivas de calidad promueven los destinos allende las fronteras locales, propician la generación de empleos, fomentan nuevas inversiones y multiplican el ingreso de divisas, por lo que revisten una importancia más allá de la atracción meramente recreativa.

México tiene vocación para el turismo deportivo con ciudades muy atractivas, como Cancún, Playa del Carmen, Puerto Morelos y Cozumel, así como Los Cabos, Monterrey, Acapulco, Guadalajara, Guanajuato y la Ciudad de México, entre otras tantas.

La Secretaría federal de Turismo impulsa los eventos internacionales como parte de una gran estrategia para diversificar los productos y promover la imagen del país en el plano internacional en épocas turbulentas, procurando que esa derrama económica permee en los ámbitos locales.

En Quintana Roo no han sido pocas las oportunidades para presumir al mundo las bellezas naturales y las condiciones generales para organizar actos multitudinarios con ganancias adicionales a las que produce el turismo tradicional o de placer.

Ejemplo reciente es la carrera de Fórmula 4 (antesala de Fórmula 1) en el ahora Autódromo Internacional de Cancún, que tuvo repercusiones positivas en Sudamérica y el resto de Norteamérica, probablemente tan gratas como el tradicional Ironman de Cozumel o el Torneo de Golf en Mayakoba, los tres generadores de visitantes que no sólo practican su disciplina en competencias, sino también aprovechan para descansar, conocer y recrearse.

Este tipo de turista, que permanece más días y, por lo tanto, dejan una mayor derrama, es lo que desean los lugares donde el “todo incluido” representa una porción mayoritaria de la oferta, ya que las opciones siempre gustan al comprador. Para tenerlos, además se requiere una atmósfera de seguridad, experiencias novedosas y trato amable, tres variables bien trabajadas en el estado.

La suposición de que la Fórmula 1 busca otras plazas en territorio nacional gracias al éxito rotundo en la capital del país, ha promovido el debate en torno al deporte como negocio. Si esa idea se logra vender con todo lo anterior (atractivos, bellezas e infraestructura), el Caribe mexicano responderá oportunamente tanto a un segmento que crece, como a tendencias mundiales evidentes.

Aquí, sobra con qué para estar siempre a la vanguardia.

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