Uno a propósito de 'producción'
Jalisciense y de raíz campesina, el diputado priista Salvador Arellano es ingeniero agrónomo y quizá por eso, al presentar ayer un punto de acuerdo para que el gobierno federal entregue a tiempo los recursos de Procampo, se le ocurrió decir:
"Recuerdo palabras de ejidatarios de mi región, con todo respeto a las mujeres y a las diputadas, la tierra es como las mujeres: hay que trabajarlas, hay que abonarlas, hay que darles el cariño necesario para que produzcan productos sanos y buenos. Es lo que manifestamos los campesinos, y por eso no abandonamos la producción...".
A sus colegas Purificación Carpinteyro, Verónica Juárez y Beatriz Zavala (perredistas las primeras y panista la última) les agravió ser vistas como "productoras" y el ofensor aceptó humillarse: pidió que su agronómica equiparación no apareciera en el Diario de los Debates (donde suelen censurarse intervenciones bochornosas).
Fertilidad y campo era el tema del agrónomo de la metáfora.
¿Sabrán las protestantes que los ginecólogos hablan de "productos" cuando tratan embarazos?