Robo de identidad, un delito 'camuflajeado'

La mayoría de los usuarios en México reportan cargos a sus tarjetas de crédito de entre 40 mil y 50 mil pesos que nunca realizaron.

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Según la Condusef, en la primera mitad de este año la banca tuvo dos millones 451 mil 370 reclamaciones, de las cuales un millón 683 mil fueron imputables a un fraude y de ellas 28 mil 258 fueron por robo de identidad. (tecnosense.com.)
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Milenio digital
MÉXICO, D.F.- Todos los días, cientos de personas descubren que deben pagar por compras que no realizaron o son notificadas de retrasos en el pago de deudas que no contrajeron. Son víctimas del robo de identidad, un delito que creció en México 40 por ciento, durante la primera mitad de 2015.

Apertura de cuentas no solicitadas o no autorizadas por el usuario, así como créditos no reconocidos en el historial crediticio y los créditos otorgados sin ser solicitados o autorizados por el cliente son algunos de los delitos que más han incrementado. 

Durante la primera mitad de 2015, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) reportó que el robo de identidad entre los usuarios de la banca comercial incrementó 40 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior, al contabilizar reclamaciones por 118 millones de pesos.

En la primera mitad de este año la banca tuvo dos millones 451 mil 370 reclamaciones, de las cuales un millón 683 mil fueron imputables a un fraude y de ellas 28 mil 258 fueron por robo de identidad.

De acuerdo con la Organización En Defensa del Deudor, la mayoría de las víctimas de robo de identidad reportan cargos a sus tarjetas de crédito de entre 40 mil y 50 mil pesos.

Métodos más usados

Los correos electrónicos falsos, las llamadas a tarjetahabientes solicitando información confidencial, así como el robo de correspondencia que las personas dejan sin recoger en sus buzones son los medios que los criminales usan con más frecuencia para conseguir información confidencial de sus víctimas.

¿Cómo funciona?

- Una persona recibe una llamada telefónica en las que amablemente le solicitan actualizar su información financiera. Le piden confirmar nombre, dirección, teléfono, fecha de nacimiento y número de cuenta. Toda la información se pide de manera tan cordial que el usuario accede a dar toda su información.

- Un usuario recibe un supuesto correo de su banco alertándolo de que su tarjeta de crédito está bloqueada por mal uso. En el correo se solicita información para que el usuario pueda desbloquear su plástico. El correo contiene links o formularios en los que el usuario debe “actualizar su información” del banco.

Todo es tan serio y formal que no hay manera de que el usuario piense que se trata de un fraude. En menos de tres minutos la persona entrega su información personal, incluyendo su número de cuenta, tarjeta y números de seguridad.

- Las personas suelen dejar recibos de la luz, el teléfono, el agua, así como estados de cuenta de sus bancos durante varios días en el buzón de correo. Los delincuentes roban estos documentos para obtener datos confidenciales como nombre, dirección o números de cuente. Después, con identificaciones falsas y estos supuestos comprobantes de ingresos y de domicilio, piden créditos a nombre de otra persona.

- Páginas de inicio que son falsas. Una forma muy común de robar información son las páginas falsas de bancos, instituciones financieras o redes sociales. Se ven exactamente igual a las originales, pero no lo son. Al ingresar tu información, ésta se envía a los estafadores, quienes hacen mal uso de ella. Para asegurarte de que la página es real, debes vigilar que inicie con ‘https:’ y al final debe estar un candado cerrado.

¿Cómo prevenir el robo de identidad?

De acuerdo con la Condusef y especialistas en seguridad, las principales recomendaciones son:

- Identificar remitentes desconocidos en el correo electrónico. La recomendación es no abrir ningún correo electrónico de personas o remitentes que no se conozcan.

- Aun cuando se conozca al remitente del correo, si la información parece sospechosa no se deben descargar archivos adjuntos o hacer clic en los enlaces que pudieran contener ese correo. Tampoco se deben reenviar este tipo de correos.

- Nunca brindar información confidencial por correo, ni por teléfono. Cualquier trámite de actualización de datos de cuentas bancarias o de cualquier otro tipo de servicio debe hacerse de manera personal, aún cuando el correo electrónico diga que es urgente.

- No confiar en ofertas que parezcan demasiado buenas, sobre todo si se reciben por correo electrónico.

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